Una de las novelas más arduas de todas las escritas por su carga
histórica, filosófica y densidad narrativa que no tenían las
anteriores, será "El hombre que amaba los perros" aseguró el
narrador Leonardo Padura.
En proceso de autoedición, la novela constituye un reto que
obliga a superar sus producciones precedentes, declaró en exclusiva
a la AIN el autor de "Adiós Hemingway" y "La neblina del ayer", al
concluir la Tertulia Barraca de Feria que conduce el periodista Ciro
Bianchi.
Padura comentó que con esta entrega corre el riesgo de presentar
a los lectores una historia mucho más compleja en lo histórico y
literario, aunque aderezada por la experiencia de la escritura de
sus anteriores novelas, y de haber hecho periodismo.
Confesó que gracias a esa habilidad adquirida intenta llamar la
atención de los lectores con el tema de la dicotomía entre León
Trotsky y Jósef Stalin, las dos alternativas que tenía el Socialismo
después de la muerte de Vladimir Ilich Lenin.
El Hombre necesita una utopía —señaló Padura— y el ser humano de
principios del siglo XXI la necesita aún más por la situación límite
que en el terreno político, social, económico y ambiental en que se
encuentra el mundo.
Padura manifestó que desde su modesta posición la novela podría
ser un aporte en la búsqueda de una nueva utopía, al tomar como
referente el fracaso de aquella sociedad de iguales como fue la que
se trató de fundar con la Revolución Rusa.
La trama se cuenta en unas 600 páginas por las cuales desandan
Trotsky, Mercader e Iván, algunos personajes ficcionados a partir de
la realidad que bien pudieron ser "El hombre que amaba los perros",
título que se espera en los anaqueles en el 2008.
Sus novelas policíacas poseen un enigma inconsistente, no le
interesa el quien; sino el cómo y el por qué, dijo el ganador del
Premio Internacional de Novela Casa de Teatro'2001 en República
Dominicana, y en dos ocasiones del premio Dashiell Hammet a la mejor
novela de género policiaco.