La mayoría demócrata en el Congreso
estadounidense prevé impulsar cambios en la estrategia del presidente
George W. Bush hacia Iraq, más allá de la discreta reducción de tropas
que anunciará hoy el gobernante.
Según adelantó el líder de la bancada opositora en el Senado, Harry
Reid, sus correligionarios pretenden introducir las modificaciones
cuando el Legislativo analice la próxima semana el presupuesto de
defensa para el año fiscal 2008.
En declaraciones a la prensa, Reid aseguró que en su discurso a la
nación este jueves Bush sólo ofrecerá "más de lo mismo", al mantener
al menos 130 mil soldados norteamericanos en medio de una guerra civil
sin solución.
"Es inaceptable para mí y para el pueblo estadounidense", enfatizó
el senador.
En un mensaje televisado, el mandatario informará del regreso a
casa de 30 mil efectivos, enviados en enero último como refuerzo en un
intento por hacer frente a las acciones de la insurgencia en la nación
árabe.
El discurso se produce dos días después de que el jefe de las
tropas en Iraq, general David Petraeus, y el embajador Ryan Crocker,
testificaran ante el Congreso sobre la situación en el país ocupado.
Al comparecer en el Capitolio, Petraeus adelantó el eventual inicio
del moderado repliegue, fórmula que no convenció a los demócratas,
quienes amenazan con reavivar el debate en el legislativo.
A inicios de agosto el Congreso entró en sus vacaciones veraniegas
y dejó en el limbo los fondos solicitados por Bush para las
operaciones militares en Iraq y Afganistán.
La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de presupuesto de
Defensa para el año fiscal 2008, pero pasó por alto los 141 mil 700
millones de dólares pedidos por la Casa Blanca para la llamada guerra
contra el terrorismo, destinado principalmente para Iraq.
El Senado, también con una discreta supremacía demócrata, optó por
esperar hasta la semana entrante para votar el presupuesto militar,
incluido los fondos para las operaciones en ultramar.
Pese a los reveses del partido opositor en forzar desde la Cámara
alta un plan de retirada, se mantiene latente la posibilidad de
condicionar el presupuesto bélico al repliegue gradual de los
efectivos.
Analistas estiman que el paquete financiero que evaluará el Senado
puede ir acompañado de una enmienda que, al menos, limite el envío de
nuevas unidades a Iraq.