La implantación de programas básicos de
salud favoreció una reducción histórica en la mortalidad infantil a
nivel mundial, aseguró hoy el Fondo de Naciones Unidas para la
Infancia (UNICEF).
Según el informe anual sobre el estado de la niñez, el número de
muertes en menores de cinco años disminuyó de 13 millones en 1990, a
9,7 millones en los últimos años.
Sin embargo, el texto señala que a pesar de los progresos, dos
terceras partes de las muertes neonatales y de niños y niñas de corta
edad se pueden evitar.
UNICEF expresa que América Latina y el Caribe, Europa central y del
este y Asia del este y el Pacífico, fueron las regiones que lograron
el mayor descenso en la cifra de fallecidos, en tanto Africa mantiene
elevadas tasas de defunciones, con 190 muertes por mil nacidos vivos.
Sierra Leona es el país donde la situación se agrava, al reportar
282 decesos por mil nacidos vivos, destaca el documento.
Los progresos logrados en sobrevivencia infantil en el continente
africano se han visto socavados por la diseminación del virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA).
Promoción de la lactancia materna, inmunización contra el
sarampión, suministro de vitaminas y tratamiento de mosquiteros con
insecticidas para prevenir la malaria, son algunas de las medidas
tomadas en el mundo que influyeron en el descenso conseguido.
Ello favoreció también que bajaran los casos de neumonía,
enfermedades diarreicas y la malnutrición severa se tratan mejor,
además de que hay un mejor acceso al agua potable y a la higiene,
reporta UNICEF.
El informe destaca el apoyo sin precedentes que se ha destinado a
la salud global, con un aumento de patrocinios y fondos, que incluyen
las de los Gobiernos, fundaciones internacionales y sociedad civil,
entre otros.