"Yo estaba participando en una exposición sobre futuros desarrollos
aplicados a la Medicina en el Palacio de la Revolución, pues desde
hacía dos años trabajaba en el diseño de una tecnología para el
diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas. Él la visitó y pude
enseñarle los resultados preliminares de lo que sin duda constituía un
audaz proyecto."
Cuenta Fernández Yero que Fidel se impresionó mucho cuando vio las
fotos de niños nacidos con diferentes tipos de deformaciones, y
expresó: Si podemos evitar uno solo de estos casos y el sufrimiento de
la familia, valdrá la pena. Enseguida orientó validar el sistema y
extenderlo a cada rincón del país, en dependencia de su efectividad.
Al año siguiente el Sistema Ultramicroanálitico, conocido por la
sigla SUMA, empezó a generalizarse. Un lustro después, el 7 de
septiembre de 1987, el Jefe de la Revolución inauguraba el Centro de
Inmunoensayo, con la misión de impulsar el diseño y producción de
tecnologías y estrategias para el pesquisaje masivo de diferentes
enfermedades.
Las esperanzas cifradas en la novedosa instalación fueron
reflejadas por Fidel cuando escribió: Este centro es una verdadera
joya de la cual nos sentimos orgullosos. Felicidades a todos sus
trabajadores. Nuestro pueblo espera mucho de ellos.
Poseedora de la capacidad para desarrollar los equipos, medios
diagnósticos y programas de computación que utiliza, la institución
ofrece asistencia técnica a todos los clientes que emplean su
tecnología y supervisa los programas de Salud donde esta se aplica.
Sus productos líderes son la anteriormente mencionada tecnología del
Sistema Ultramicroanálitico (SUMA), y los juegos de reactivos UMELISA
y UMTEST.
Según explicó a este diario el doctor Fernández Yero, director
fundador del Centro de Inmunoensayo, la entidad dispone hoy de 28
estuches o kits diagnósticos que, mediante una red de 194 laboratorios
montados a lo largo y ancho de nuestro archipiélago, permiten la
detección de 17 enfermedades vinculadas a varios programas nacionales
de máxima prioridad del Ministerio de Salud Pública, como son el
Materno Infantil, Vigilancia Epidemiológica y Certificación de Sangre.
Por ejemplo, precisó, en el caso del Materno Infantil la aplicación
de la tecnología SUMA posibilitó hacer, desde 1986, las pruebas para
el diagnóstico precoz del hipotiroidismo congénito a todos los niños
cubanos nacidos a partir de esa fecha. Hasta el primero de junio del
2007 se habían estudiado 2 781 149 infantes, de los cuales 739 tenían
la patología. De no haber sido detectados y tratados a tiempo,
hubieran crecido con retraso mental severo (cretinismo).
Es oportuno recordar que después de Canadá, Cuba fue el segundo
país de América en tener cobertura completa del hipotiroidismo
congénito en recién nacidos, primero que los Estados Unidos.
Los aportes del Centro de Inmunoensayo han sido también el pilar
básico del programa de diagnóstico prenatal de malformaciones
congénitas (entre 1982 y el primer semestre del 2007 se estudiaron 3
199 586 mujeres embarazadas, evitándose el nacimiento de 6 880 niños
con deformaciones), y de la ampliación del número de enfermedades a
investigar en los pesquisajes neonatales, al incorporarse en el 2005
las pruebas inmunoquímicas correspondientes para detectar la
Hiperplasia Suprarrenal Congénita, la Galactosemia y el Déficit de
Biotinidasa.
De no ser tratadas de forma oportuna estas patologías
heredometabólicas causan daños irreparables en la calidad de vida, o
pueden provocar la muerte del niño en las primeras semanas después del
alumbramiento.
Como bien afirma el doctor Fernández Yero, el mayor orgullo de este
colectivo, integrado en la actualidad por 271 trabajadores, es haber
hecho ciencia a favor del pueblo a lo largo de estos veinte años.
Ante el asombro de muchos, los logros de la institución salvan
vidas, evitan el desarrollo de terribles enfermedades en los niños, y
han proporcionado felicidad y sosiego a cientos de miles de familias
cubanas. Imposible cuantificar en dinero tantos beneficios humanos y
sociales. Sin duda, nuestro sistema de Salud tiene un soporte de
primer nivel en el Centro de Inmunoensayo.
Más de 51
millones de pruebas de diagnóstico han sido realizadas en 25 años
de programas nacionales de Salud, basados en la tecnología SUMA.
El
programa de Certificación de Sangre ha evitado la transmisión por
vía sanguínea de al menos 822 casos de VIH-SIDA, 31 381 de
hepatitis B, y 26 967 de hepatitis C.
A toda
mujer embarazada se le hacen las pruebas para detectar
malformaciones congénitas, hepatitis B, y el VIH-SIDA. Gracias a
los aportes del Centro de Inmunoensayo, madres portadoras del
VIH-SIDA pudieron tener sus bebés sanos al tomarse las medidas
oportunas para evitar la transmisión al niño.
Hoy
existen en el exterior 578 laboratorios equipados con la
tecnología SUMA, de ellos 11 están en China y el resto en América
Latina, fundamentalmente en Venezuela, México, Colombia y
Argentina.
Otra
prueba desarrollada por el centro es el UMELISA PSA (de las siglas
en inglés prostatic specific antigen ), para cuantificar el
antígeno prostático específico en la sangre de los hombres
maduros, como complemento del diagnóstico de afecciones de la
próstata, entre las cuales se encuentra el cáncer de ese órgano,
que es actualmente la segunda causa de muerte por tumores malignos
en el hombre cubano. En coordinación con el MINSAP, se trabaja
para extender este examen a todo el país. |