Un número considerable de estadounidenses
sospecha que el gobierno está implicado en los ataques del 11 de
septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York, reveló hoy
una encuesta.
De mil personas consultadas por la firma Zogby, 510 expresaron su
deseo de que el Congreso investigue la posible complicidad del
presidente George W. Bush y el vicepresidente Richard Cheney en lo que
consideran una autoagresión.
El análisis, realizado a instancias de la organización 911Truth.org,
también reveló que un 32 por ciento de los encuestados desea que la
Cámara de Representantes inicie un juicio político contra los dos
principales miembros del ejecutivo y exija su renuncia.
A menos de una semana del sexto aniversario de los atentados, los
norteamericanos creen que ese capítulo de la historia nacional
presenta demasiadas lagunas y datos contradictorios como para pasar la
página.
Según la empresa, dos tercios de los entrevistados creen que la
Comisión Nacional encargada de investigar los hechos no esclareció de
forma convincente por qué se cayó el edificio número siete del Centro
Mundial de Comercio.
El desplome de esa estructura de 47 pisos, ocho horas después de
que los aviones secuestrados impactaran contra las Torres Gemelas,
sirve de fundamento a varias de las principales teorías conspirativas
que involucran a la Casa Blanca.