.— La mayoría demócrata del Senado
intentará atraer a legisladores republicanos para forzar, al menos, el
inicio de una discreta retirada de las tropas estadounidenses de Iraq,
señala hoy el diario The New York Times.
Según el rotativo, la bancada opositora pretende, con cierto apoyo
del oficialismo, reunir los 60 votos necesarios para poner en marcha
un proyecto de ley que ordene comenzar el repliegue de las fuerzas
norteamericanas a fines de este año.
Tras una reunión la víspera con el líder de la mayoría del Senado,
Harry Reid, el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara
Alta, Carl Levin, aseguró que podría lograrse un compromiso con los
republicanos para iniciar el debate de la iniciativa.
El proyecto de ley, auspiciado por Levin y su correligionario Jack
Reed, solicita al gobierno del presidente George W. Bush iniciar el
regreso de las primeras unidades a fines de 2007.
De acuerdo con el Times, se desconoce que otras exigencias incluye
la propuesta de los congresistas demócratas.
En declaraciones a la prensa, Levin comentó que estaría dispuesto a
satisfacer con ciertas cláusulas a los republicanos, con tal de evitar
el filibusterismo para abrirle paso al proyecto de ley.
En mayo último la bancada opositora, con una discreta mayoría en el
Senado, no logró reunir los 60 votos necesarios para dar curso a una
iniciativa que establecía un cronograma para el retiro de las tropas.
El general David Petraeus, jefe de esas fuerzas norteamericanas en
Iraq, admitió el martes que las unidades podrían comenzar su retorno
en marzo de 2008.
"Existen límites en cuanto a lo que nuestros militares pueden
aportar. Mis recomendaciones tienen que tener en cuenta las presiones
que existen sobre nuestro personal", declaró Petraeus a la televisora
ABC News desde Bagdad, tras reconocer el probable repliegue.
En la entrevista, el oficial precisó que la propuesta de retirada
será parte del informe que presentará al Congreso la próxima semana,
junto al embajador estadounidense en Iraq, Ryan Crocker.
Serán los congresistas quienes decidan cómo proceder, alegó
Petraeus.