Venecia a puro plomo

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT
rolando.pb@granma.cip.cu

Venecia, escenario de tanta historia romántica, está siendo dominada en estos días de Festival de Cine por los temas de la guerra, pero siempre con un mismo sujeto geográfico, o presidencial, presente en las tramas.

Richard Gere: “…Bush, el lado tenebroso…”.

Plomo dentro y fuera de la pantalla. Lo más reciente, la arremetida de Richard Gere durante una conferencia de prensa que precedió al filme The Hunting Party, de Richard Shepard, en el que el actor da vida a un periodista que investiga la sangrienta participación de la CIA en Bosnia, un drama que sigue las pistas de un trabajo de la revista Esquire.

Dijo Richard Gere, en una clara alusión a la clase media de su nación: "Todo el mundo busca la seguridad, pero mi país no es capaz de entender al resto del mundo, ni la religión o la cultura foráneas. Lo peor es que nos creemos un pueblo depositario de la voluntad divina".

Tras preguntarse cómo era posible haber reelegido al actual presidente de los Estados Unidos, aseguró —según reportan las agencias— que "Bush representa el lado tenebroso de nosotros, los estadounidenses".

Días antes, Venecia había sido estremecida por dos filmes relacionados con la intervención norteamericana en Iraq, Redacted, de Brian de Palma (Los intocables, La dalia negra, vista recientemente en la televisión) y En el Valle de Elah, de Paul Haggis (Crash) y protagonizada por Tommy Lee Jones y Charlize Theron.

En Redacted (término que se utiliza para señalar que a un documento se le censuró material delicado) se reconstruye la historia real de un grupo de soldados que violan a una niña iraquí de 15 años, matan a su familia y luego la asesinan a ella a disparos. Triste tema que tuvo también una repercusión sarcástica: el mismo día de presentarse el filme en el Festival, el presidente Bush proclamaba en la Casa Blanca que en Iraq se asistía a un "notable progreso" en materia de derechos de la mujer.

Luego de dar a conocer su película, De Palma no se anduvo con rodeos: él quería detener la guerra, exponiéndole a los espectadores las imágenes de horror que los principales medios de comunicación no le están transmitiendo al público norteamericano.

Filme duro, mezcla de realidad y ficción, la última escena, se asegura, es de esas que no se olvidan en largo tiempo: un montaje de miles de civiles masacrados durante la guerra de Iraq, que incluye a mujeres y niños mutilados.

En cuanto a En el valle de Elah, su historia se desarrolla a partir del asesinato de un joven soldado que regresa de Iraq con una hoja de servicio diferente a lo que en realidad ha sido. Su padre se empeña en buscar al homicida, pero a cada paso encuentra eslabones siniestros.

Venecia bajo la presión de la realidad contemporánea parece anunciar el inicio de una serie de filmes acerca de la agresión a Iraq, concebidos con un marcado interés de análisis crítico. Filón comercial, o plausible responsabilidad artística, o una combinación de ambos, lo cierto es que hasta una buena parte del público norteamericano —tan alimentado con boberías ficticias— reconoce que no son tiempos para más héroes de pacotilla luchando en una guerra demasiado sucia.

 

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