Más de 81 mil 530 personas son actualmente beneficiarias de la
Seguridad Social en la capital cubana, entre ellas, mil 188 madres con
algún hijo aquejado de discapacidad severa.
La política del Estado Socialista es proteger a esas progenitoras
que habían abandonado su ocupación laboral para dedicarse a cuidar sus
pequeños, por lo cual ahora reciben un salario equivalente al que
percibían en su centro.
Mantienen, además, las prestaciones otorgadas por la seguridad
social y acumulan este tiempo de servicios como años trabajados a los
fines de su jubilación.
Según el Ministerio del Trabajo, la provincia de Ciudad de La
Habana junto a las de Villa Clara y Granma refieren la mayor cantidad
de madres protegidas, y en menor cifra Ciego de Ávila, Las Tunas y
Matanzas; entre los municipios sobresalen Bayamo, La Lisa y Santa
Clara.
Esta protección se aplica cuando el hijo presenta una discapacidad
severa y no puede acceder para su atención a las instituciones de
salud o educación, o asiste a la escuela o a un centro asistencial con
vistas a recibir tratamiento sólo por períodos de tiempo limitados.
También la progenitora puede acogerse a tal política del Estado
cubano si se convierte en asistente permanente de su niño.
Por otra parte, en la capital del país unas mil 171 personas se
desempeñan como asistentes sociales a domicilio, en la atención a
adultos mayores o con impedimentos físicos o mentales, informó la
dirección provincial de Trabajo y Seguridad Social.