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La maestría viste de blanco
Joel Mayor Lorán
Sicaya sueña con la vida. No tiene más de 8 000 habitantes ni
tampoco demasiadas fuentes de esperanza. Pero uno de los hijos del
pequeño municipio peruano se prepara para regresar y servir a su
gente: volverá no solo con la bata blanca que le distingue como
médico, sino con la categoría científica de Máster en Ciencias.
Luisa
María Díaz, directora nacional de Postgrado.
Ernesto Barzola profundiza sus estudios a pasos agigantados: tras
egresar de la Escuela Latinoamericana se formó como especialista en
Medicina General Integral (MGI), y ahora se graduó como Máster en
Urgencias Médicas. Fue uno de los más de 25 000 matriculados en todo
el archipiélago en las maestrías de amplio acceso.
Por estos días se ha graduado una buena parte de ellos. Solo el
Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana rebasa los 1 700,
y en Santiago de Cuba recibieron títulos otros 502.
INVESTIGACIONES OPORTUNAS
La modalidad de maestría a distancia brinda a los graduados
universitarios una amplia cultura científica y conocimientos avanzados
en las áreas correspondientes: prepara a médicos, estomatólogos y
licenciados en enfermería con tal de identificar y solucionar
problemas de salud de la comunidad.
A diferencia de las maestrías presenciales, que exigían
considerables requisitos y mantenían al profesional de la salud
alejado de su centro laboral durante un año, estas demandan únicamente
el título universitario y abordan como tema de investigación las
situaciones del propio medio en que se desenvuelve este.
De modo que ya no importa cuán intrincado sea el paraje. Al
contrario. Bien lo saben los adolescentes de la secundaria Pepito Tey,
en Contramaestre, y los niños de tercer grado de la primaria Guamá, en
ese otro municipio santiaguero. Ambos planteles muestran el resultado
de la investigación de quienes más tarde se titularon como Máster en
Atención integral a la mujer y en Salud bucal, respectivamente.
Marcos Antonio Sánchez, especialista en MGI y de segundo grado en
Ginecobstetricia, se propuso elevar los conocimientos sobre salud
reproductiva entre los muchachos de la secundaria Pepito Tey.
Comenzó por aplicar una encuesta. Luego desarrolló un programa
educativo con 12 sesiones de clases por un periodo de tres meses.
Esperó otros seis y repitió el sondeo. Mientras en la primera pesquisa
el 96,7% de los chicos reflejó estar totalmente desinformado, en la
segunda casi el ciento por ciento evidenció conocimientos adecuados.
Por su parte, la estomatóloga Nieves Cervantes recurrió al software
educativo Juega y Aprende, para alcanzar sus propósitos. Y no solo
consiguió enseñar a los niños de la primaria Guamá sobre el cuidado de
dientes y encías, sino que logró mejorar notablemente la higiene bucal
de esos pequeños.
PARA FORMAR JÓVENES DOCTORES
Además de las maestrías mencionadas, se desarrollan las de Medicina
bioenergética y natural, Enfermedades infecciosas, Atención integral
al niño, Longevidad satisfactoria y Urgencias Estomatológicas.
Los exámenes se suceden al final de cada módulo. Y aunque haya un
encuentro presencial cada 15 días o un mes, los contenidos se
transmiten mediante discos y videocasetes.
Luisa María Díaz, directora nacional de Postgrado, comprobó por sí
misma el rigor del programa en Santiago de Cuba y Holguín. Igual que
en las maestrías tradicionales, asegura. Capacitamos a las facultades
de cada provincia para ello. Las hay que desarrollan este proceso por
primera vez; sin embargo, en todas, sus comités académicos los
integran los profesionales con más alto prestigio y nivel científico.
Otro testimonio capaz de confirmar el valor de estas maestrías de
amplio acceso: el considerable por ciento de investigaciones que serán
publicadas y han sido propuestas para darles continuidad como tesis de
Doctorado.
La avanzada edad de nuestros Doctores en Ciencias les ha permitido
acumular cuantiosos conocimientos. Los másters que hoy se gradúan han
bebido de su experiencia.
MAESTRÍA SIN FRONTERAS
Estos primeros resultados se apoyan en el papel del ISCM de La
Habana, el cual con su comité académico nacional asumió la tarea de
conformar los programas y medios de enseñanza para desarrollar las
maestrías en el país y en el exterior.
Así, la experiencia ya repercute en los más diversos puntos del
globo terráqueo: Venezuela, Yemen, Sudáfrica, Guatemala, Haití,
Rwanda, Timor¼ Más de 13 000 médicos,
enfermeras y estomatólogos internacionalistas, en 36 naciones, acceden
a esta revolucionaria modalidad, e igualmente latinoamericanos,
africanos, asiáticos y norteamericanos graduados de la ELAM, que
cursan en Cuba la especialidad en MGI.
De modo que nuestros profesionales de la salud y los hermanos que
se forman en este archipiélago solidario elevan su calificación cada
día, se preparan para ofrecer un servicio no solo humanista, sino
también de la más alta calidad. |