LA PAZ, 28 de agosto.— La violencia signó hoy la acción de grupos
radicales en las capitales de seis departamentos bolivianos, que
intentaban conminar al resto de la población a un paro cívico de 24
horas, estimado como político por el Gobierno.
Pese a la solicitud de diálogo del ejecutivo y el anuncio de
medidas para atender demandas como el traslado de poderes a la sureña
ciudad de Sucre, en la oriental urbe de Santa Cruz integrantes de la
Unión Juvenil Cruceñista asaltaron mercados y agredieron a civiles.
En esos ataques atropellaron a un comerciante, cuyo estado de salud
es reportado como de cuidado.
También en la central Cochabamba, resultó herido un policía durante
enfrentamientos entre miembros de la prefectura (gobierno) y la
población que salió a las calles a impedir los bloqueos de caminos y
el cierre de instalaciones comerciales.
Mientras en Tarija, Beni, Pando y Chuquisaca el cese de las
actividades fue parcial y solo respetado en zonas céntricas de sus
capitales, pues en las provincias se apreció una situación de
normalidad.
De acuerdo con un primer balance del ejecutivo sobre esta medida de
protesta, el bajo acatamiento fue en algunos territorios, lo que
confirma el fracaso de la convocatoria de grupos opositores, entre
ellos la Asamblea de la Cruceñidad.
En diálogo con la prensa, el ministro de gobierno (interior),
Alfredo Rada, afirmó que la medida estuvo lejos de ser pacífica, por
lo que se iniciaron investigaciones sobre los autores intelectuales y
materiales de tantos desmanes. (PL)