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El gobernador de la provincia iraquí de Muthanna, Mohammed al Hassani,
y dos de sus guardaespaldas murieron hoy en un atentado con bomba en
la localidad de Al Rumeitha, informó la policía.
Las víctimas viajaban en un automóvil como parte de una caravana en
el momento en que estalló el artefacto explosivo, alrededor de las
09:00 hora local, y luego fue decretado el toque de queda, dijo la
fuente.
Explicó que el funcionario salió de su vivienda en Al Rumeitha
rumbo a la capital provincial, Samawa, cuando se produjo el atentado,
cuya autoría no fue reivindicada hasta el momento por ninguna
organización.
Al Hassani es el segundo gobernador iraquí que muere en un ataque
con bomba en apenas 15 días. El pasado día 11 Yalil Hamza, máximo
responsable en la sureña provincia de Qadasiya, pereció junto al jefe
policial de la localidad.
Ambos son miembros del Consejo Supremo Islámico, principal partido
político de Iraq y mayor fuerza dentro de la coalición chiíta Alianza
Unida Iraquí, del jefe de gobierno Nuri al Maliki, quien está sumido
en una crisis por la renuncia de 17 ministros.
La provincia de Muthanna fue la primera de las regiones del país
que el pasado año pasó a estar bajo el control de las autoridades
iraquíes.
En Salaheddin, en el norte, dos oficiales de la policía murieron
por disparos de desconocidos en la carretera que comunica las regiones
de Baiyi con Tikrit.
Mientras, un miembro del ejército también perdió la vida en
similares circunstancias en otra zona de esta última región, reveló
una fuente de seguridad.
Por otro lado, el clérigo chiíta Muqtada al Sader afirmó que la
violencia y el número creciente de bajas entre las tropas británicas
desplegadas en el sur de Iraq obligan al Reino Unido a retirar sus
tropas de este país árabe del golfo Pérsico.
El ejército británico fue derrotado en Iraq y no le queda otra
opción que la retirada, aseguró el líder religioso en una entrevista
que publica hoy el periódico The Independent.
Añade que la participación de Inglaterra en el conflicto no sólo
puso en peligro la vida de sus soldados, sino también la del pueblo
británico.
Desde la invasión y posterior ocupación en marzo de 2003, Londres
perdió 168 militares en este estado árabe, 41 de ellos en lo que va
del 2007, 12 más que los caídos el pasado año.