Operación Milagro: verdadero remedio

Juan Marrero

Para curar las cataratas, enfermedad que afecta en el mundo a buena parte de la población mayor de 60 años de edad, e incluso a jóvenes, solo existe una solución: removerla físicamente del ojo mediante una intervención quirúrgica que antes era considerada de alto riesgo, pero que hoy es algo muy sencillo y se realiza en unos pocos minutos, y, si no existen complicaciones, ni hospitalización requiere.

Pero en el mundo del capitalismo, no obstante, los mercaderes de la salud humana siguen lucrando y cometiendo estafas para engordar sus bolsillos y disfrutar de las exquisiteces de las sociedades de consumo. Unos, cobrando elevadas sumas para hacer las operaciones de cataratas en clínicas privadas; otros, usando la publicidad, para ofertar medicinas curativas que no curan a nadie.

En España se acaba de desatar un escándalo con la empresa Solnatura, la cual anuncia a través de internet y de la radio, una gama de productos "de medicina natural" que van desde devolverle el cabello a un calvo y el suministro de suplementos dietéticos hasta un colirio capaz de curar las cataratas en seis meses por solo 600 euros.

Una señora de 89 años, que vive en Madrid, escuchó por la radio tal oferta, y compró el tratamiento de Solnatura con la esperanza de recobrar su visión, luego que un médico le diagnosticó que tenía cataratas. Comenzó a ponerse las gotas en su ojo, pero nada. Al contrario, cada vez veía peor. Llamó a la empresa y allí le dijeron que eso era normal, porque "las cataratas se irían deshaciendo poco a poco".

Ante tal situación, la hija, Ana Lópezsosa, tomó el remedio identificado como CAN-C y lo llevó a una farmacia, y allí le dijeron que eso no curaba nada. Acudió entonces a las oficinas del Defensor del Paciente, la cual formuló una denuncia ante la Fiscalía de Madrid contra Solnatura y también envió una carta al Ministro de Salud de España.

Son cosas que pasan a diario en las sociedades capitalistas, aunque raramente, como ocurrió ahora en el diario El País, se hacen públicas en las páginas de los grandes periódicos.

El verdadero remedio para curar las cataratas, para las grandes mayorías que no pueden pagar, es el que se está aplicando en América Latina y el Caribe por la Operación Milagro.

En los últimos cuatro años, hasta el pasado 8 de agosto, habían sido operadas 750 635 personas. Análisis de sangre previos, estudios de refracción, exámenes clínicos, medicinas, alojamiento, alimentación y cuidados médicos, más la intervención quirúrgica, completamente gratuitos gracias al programa de cooperación de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), impulsado por Cuba y Venezuela. Dentro de este plan se han instalado 37 centros oftalmológicos en ocho países del continente, según el sitio web Cuba Coopera.

En cualquier país, las clínicas privadas cobran más de 1 000 dólares por esta operación. Pero esas son realidades silenciadas, a despecho de la llamada libertad de expresión, sobre todo cuando miles de latinoamericanos y caribeños, sin mucha alharaca, recuperan la visión sin que medie euro o dólar alguno.

 

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