El per cápita de productos agrícolas en Ciego de Ávila creció a 18
libras mensuales desde enero hasta el cierre de julio, cifra por
encima de lo registrado el año anterior.
Las ventas de viandas y hortalizas en los mercados agropecuarios
estatales permitieron que cada avileño adquiriera seis libras más cada
mes respecto a lo comercializado en el 2006.
La recuperación agrícola del territorio, tanto en las empresas
vianderas como en el sector cooperativo-campesino, posibilitó
enriquecer la dieta y enviar importantes volúmenes a la capital cubana
y a las provincias orientales.
Dirigentes de la Agricultura informaron a la AIN que se trabaja
para que cada avileño reciba al mes, como mínimo, 30 libras de viandas
y hortalizas, sin incluir los expendios que se rigen por la oferta y
la demanda.
Los 62 mercados agropecuarios estatales de Ciego de Ávila mantienen
sistemáticamente una veintena de tipos de alimentos, todos a precios
módicos, entre los que figuran además, frutas como el mango, guayaba,
piña, naranja, coco, así como aguacate.
A pesar de limitaciones materiales, que se hacen sentir en la
carencia de combustible y fertilizantes, los labriegos acuden a otras
iniciativas como la tracción animal y empleo de abonos orgánicos, para
abaratar los costos y reafirmar la tendencia a la disminución de los
precios.
La estrategia de la siembra escalonada y el establecimiento de
convenios entre los productores y la empresa de acopio garantizan la
variedad y aseguran que las mercancías lleguen al destino previsto.
Ciego de Ávila mantiene un rango de producción agrícola anual de
más de siete millones de quintales, los cuales se incluyen en el
balance nacional para beneficiar a otros territorios de mayor
población o con tierras menos fértiles.