Desde el pasado domingo, cientos de personas establecieron campamentos en las proximidades de ese aeródromo, en el suroeste de Londres, para expresar su oposición al citado proyecto por considerarlo nocivo al entorno.

Los ambientalistas subrayaron que con el incremento de los vuelos aumentarán también las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Heathrow, administrado por BBA, filial del grupo español Ferrovial, es una de las terminales aéreas más concurridas del mundo, registra cerca de 500 mil vuelos al año y es utilizado por alrededor de 67,7 millones de viajeros en igual periodo.

La protesta, que culminará el domingo próximo, prevé acciones más enérgicas y se espera la participación a algunos miles de británicos y activistas venidos de otros países europeos.

Unos mil 800 agentes de varios cuerpos de seguridad vigilan la manifestación.