LIMA,
16 de agosto.— Al menos 510 muertos y más de 1 000 heridos causó el
terremoto que golpeó el miércoles las ciudades peruanas de Pisco
—destruida en un 70%—, Chincha, Cañete e Ica, donde continúan las
tareas para rescatar cuerpos de entre los escombros.
El vicecomandante del Cuerpo General de Bomberos de Perú, Roberto
Ognio, dijo hoy al portal del diario El Comercio que el número de
muertos por el terremoto aumentó a 510 y los heridos suman 1 150 y 16
669 las casas destruidas, según cifras parciales.
El presidente Alan García permanecía junto a parte de su gabinete
en Pisco, la ciudad más afectada del departamento de Ica, y donde al
menos 200 personas perecieron, además de quedar aislada por tierra,
sin electricidad ni teléfono.
El sismo de ocho grados de magnitud en la escala de Richter, que
sacudió por casi dos minutos la región, tuvo hoy 360 réplicas, la más
fuerte de ellas de 5 grados en la misma escala.
"Hay personas con vida que están gritando bajo los escombros" de
construcciones derruidas en Pisco, reportó un periodista de la
televisora estatal TV Perú, emisora que informó sobre la llegada de
ayuda internacional, en particular de países latinoamericanos.
Los pobladores de Pisco reclamaban asistencia para enterrar a sus
muertos frente a la iglesia San Clemente de Pisco, de la cual solo
quedó parte de la fachada, y en cuyo interior murieron 30 personas,
informó ANSA.