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El reciente atentado dinamitero contra el ferrocarril expreso
Moscú-San Petersburgo y la inestable situación en el norte del Cáucaso
apuntan hacia una potencial amenaza terrorista en Rusia, afirmaron hoy
fuentes oficiales.
Tales hechos demuestran que el peligro del terrorismo y el
extremismo no han sido eliminados del todo, subrayó el director del
Servicio Federal de Seguridad, Nikolai Patrushev, durante una reunión
del comité nacional pertinente.
Dijo que si bien se logró internamente reducir en 2006-2007 el
grado de peligrosidad y número de atentados, la amenaza de este
flagelo aumenta a escala mundial.
Recordó la explosión causada por casi tres kilogramos de dinamita
ubicados en un tramo del ferrocarril Octubre, en la región de Novgorod
en el momento que transitaba el tren expreso Moscú-San Petersburgo.
El incidente, calificado de acto terrorista por la Fiscalía y
organismos de seguridad, causó unos 60 heridos, de los cuales 30
continúan hospitalizados y tres en estado grave.
Patrushev refirió la serie de ataques por bandas armadas ilegales
contra representantes del gobierno en las repúblicas del Cáucaso ruso,
sobre todo en Ingushetia, donde cobran fuerza desde los últimos meses
atentados, asaltos y secuestros.
El Ministerio del Interior decretó esta semana protección redoblada
para objetivos sociales en Ingushetia (hospitales y escuelas) ante
presuntos ataques terroristas por parte de la insurgencia.
Tropas de Interior y de la policía se mantienen bajo el mismo
régimen en la vecina república de Osetia del Norte.
En opinión del general ruso la situación actual requiere de medidas
oportunas a fin de garantizar la seguridad de las elecciones
parlamentarias de diciembre y de las presidenciales en marzo venidero.