QUITO, 13 de agosto.— Unos 3 000 candidatos, desde ex guerrilleros
hasta empresarios, emprendieron el lunes una batalla verbal y
callejera por los 130 escaños de la Asamblea Constituyente en Ecuador,
que deberá cambiar las normas políticas de uno de los países más
inestables de Latinoamérica.
La Asamblea es el eje del plan político del presidente
nacionalista, Rafael Correa, quien asumió en enero con la promesa de
modificar el marco constitucional para instaurar el socialismo del
siglo XXI y erradicar a las mafias políticas que han gobernado el país
desde 1979.
Esta campaña se realiza por primera vez sin el aporte de capitales
privados o partidistas, señala reuters.
Los mensajes mediáticos, que comenzaron a inundar a los electores,
son financiados con aportes fiscales, en una jugada lanzada por Correa
para evitar lo que ha llamado la compra de votos por parte de sus
opositores.
La integración de la Asamblea fue apoyada mayoritariamente por la
población en un referendo en abril, por lo que se espera una victoria
contundente de Correa y sus aliados en los comicios para la elección
de sus miembros el 30 de septiembre.