CAMAGÜEY.—
La sala infantil y juvenil, en la Biblioteca Provincial Julio
Antonio Mella, es apenas la punta de un iceberg lleno de letras.
Desde allí, la joven especialista en Bibliotecología, Judith
Rodríguez Vega explica algunas claves del hábito de lectura que, de
tanto crecer, rebasó desde hace un año el mero disfrute de los
libros para pasar a un escalón superior: los pequeños presentan sus
títulos preferidos.
La segunda edición del Concurso Provincial Yo presento mi
libro, iniciativa camagüeyana nacida en la principal biblioteca
de la provincia, se programó este 13 de agosto como un regalo
singular de los estudiantes de primaria y secundaria básica del
territorio al cumpleaños 81 de un autor querido por todos ellos:
Fidel. Hace un año, por ejemplo, La Historia me absolverá
dispuso de bisoños analistas.
Críticos tan simpáticos y audaces provienen de toda la provincia,
sin embargo, hay plena correspondencia entre aquellos que llenan los
talleres de promoción de la lectura y quienes participan desde la
base en el acto mágico de desentrañar, para sí y para otros, el qué
y el cómo transmitido por un escritor.
"En nuestra sala —explica Judith— contamos con un taller
literario de la Casa de Cultura Ignacio Agramonte, talleres de
narración, de lectores, de artes plásticas y de historia de la
localidad. En todos los casos tenemos convenios con las escuelas, lo
que nos ha permitido atender a varias decenas de pequeños.".
En la Julio Antonio Mella se realizan además talleres de
conservación del patrimonio bibliográfico y se cuenta con una
bebeteca, en la cual los padres familiarizan a sus niños pequeños
con la lectura, y con la biblioterapia, para ayudar desde ella a
corregir problemas de salud.
La especialista comenta que varios de los niños participantes, y
aun de los ganadores, se presentan y triunfan con libros leídos en
la sala, una satisfacción compartida por colegas de bibliotecas de
toda la provincia.
Emma Presilla Andreu, la presidenta en la provincia de la
Asociación Cubana de Bibliotecarios, explica que Yo presento mi
libro se nutre en lo fundamental de los títulos difundidos en la
Feria precedente, cuyas obras permiten a los concursantes no solo
acercarse a lo mejor escrito en Cuba y en el mundo para las nuevas
generaciones, sino también acercar a otros.
La red de 31 bibliotecas públicas —la provincial, 12 municipales
y 18 sucursales en bateyes y otras zonas rurales— y 45 especialistas
trabajan por servir a los lectores en Camagüey.
"Este año participaron en el concurso más de 120 niños desde los
municipios —amplía María del Carmen Cuba Cruz, responsable del
programa cultural en la Biblioteca Provincial—, y tras la selección
allí, unos 60 optaron por los premios."
Convencidos de tener en los colegas de cortos pantalones su
relevo, varios escritores, editores y metodólogos destacados de la
provincia intervienen como jurados.
Yo presento mi libro se ha integrado armónicamente a un
sistema de eventos nacionales dirigidos a acrecentar la cultura y la
sensibilidad de los cubanos más tiernos. Concursos como Leer a
Martí; Puertas de espejo y Leer el mundo, auspiciados por la
Biblioteca Nacional José Martí con el MINED y otras instituciones,
reciben en Camagüey el calor que merecen.