Pequeños y avezados lectores

ENRIQUE MILANÉS LEÓN

Foto: JORGE LUIS TÉLLEZCAMAGÜEY.— La sala infantil y juvenil, en la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella, es apenas la punta de un iceberg lleno de letras. Desde allí, la joven especialista en Bibliotecología, Judith Rodríguez Vega explica algunas claves del hábito de lectura que, de tanto crecer, rebasó desde hace un año el mero disfrute de los libros para pasar a un escalón superior: los pequeños presentan sus títulos preferidos.

La segunda edición del Concurso Provincial Yo presento mi libro, iniciativa camagüeyana nacida en la principal biblioteca de la provincia, se programó este 13 de agosto como un regalo singular de los estudiantes de primaria y secundaria básica del territorio al cumpleaños 81 de un autor querido por todos ellos: Fidel. Hace un año, por ejemplo, La Historia me absolverá dispuso de bisoños analistas.

Críticos tan simpáticos y audaces provienen de toda la provincia, sin embargo, hay plena correspondencia entre aquellos que llenan los talleres de promoción de la lectura y quienes participan desde la base en el acto mágico de desentrañar, para sí y para otros, el qué y el cómo transmitido por un escritor.

"En nuestra sala —explica Judith— contamos con un taller literario de la Casa de Cultura Ignacio Agramonte, talleres de narración, de lectores, de artes plásticas y de historia de la localidad. En todos los casos tenemos convenios con las escuelas, lo que nos ha permitido atender a varias decenas de pequeños.".

En la Julio Antonio Mella se realizan además talleres de conservación del patrimonio bibliográfico y se cuenta con una bebeteca, en la cual los padres familiarizan a sus niños pequeños con la lectura, y con la biblioterapia, para ayudar desde ella a corregir problemas de salud.

La especialista comenta que varios de los niños participantes, y aun de los ganadores, se presentan y triunfan con libros leídos en la sala, una satisfacción compartida por colegas de bibliotecas de toda la provincia.

Emma Presilla Andreu, la presidenta en la provincia de la Asociación Cubana de Bibliotecarios, explica que Yo presento mi libro se nutre en lo fundamental de los títulos difundidos en la Feria precedente, cuyas obras permiten a los concursantes no solo acercarse a lo mejor escrito en Cuba y en el mundo para las nuevas generaciones, sino también acercar a otros.

La red de 31 bibliotecas públicas —la provincial, 12 municipales y 18 sucursales en bateyes y otras zonas rurales— y 45 especialistas trabajan por servir a los lectores en Camagüey.

"Este año participaron en el concurso más de 120 niños desde los municipios —amplía María del Carmen Cuba Cruz, responsable del programa cultural en la Biblioteca Provincial—, y tras la selección allí, unos 60 optaron por los premios."

Convencidos de tener en los colegas de cortos pantalones su relevo, varios escritores, editores y metodólogos destacados de la provincia intervienen como jurados.

Yo presento mi libro se ha integrado armónicamente a un sistema de eventos nacionales dirigidos a acrecentar la cultura y la sensibilidad de los cubanos más tiernos. Concursos como Leer a Martí; Puertas de espejo y Leer el mundo, auspiciados por la Biblioteca Nacional José Martí con el MINED y otras instituciones, reciben en Camagüey el calor que merecen.

 

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