Pedro y la ametralladora

Elsa Blaquier Ascano

Desde el 9 de julio, día en que Serapio Aquino cayó abatido por las balas del ejército, el grupo de la Retaguardia, al mando de Joaquín (Juan Vitalio Acuña), abandonó la zona en la que se habían mantenido en espera de reunirse con la columna comandada por el Che.

Antonio Jiménez Tardío.

Optaron por romper monte para salir del cerco cada vez más cerrado que tendía el enemigo. Disminuyeron la carga al máximo, llevando solo algo de comida y el armamento. Caminaron seis jornadas sin apenas descanso, rompieron la selva a filo de machete hasta llegar a las proximidades de Taperillas, por donde ya había pasado el Comandante Guevara y su columna.

La necesidad de buscar alimentos los hizo acercarse a casa de los campesinos. Compraron víveres y cocinaron. Venían extenuados y el cansancio les hizo demorar más de lo debido. Cuando ya se disponían a partir, detectaron la presencia del ejército.

Cuenta Paco (José Castillo Chávez), el único sobreviviente de la emboscada del 31 de agosto, que fue un combate duro donde Joaquín, Braulio (Israel Reyes) y Alejandro (Gustavo Machín), dando muestras de su experiencia y arrojo, detuvieron a los soldados, a pesar de la posición ventajosa que ocupaban, al disparar desde lo alto de la montaña. Moisés Guevara también se distinguió contestando de forma enérgica a cada pedido de rendición.

La odisea de esos días fue recogida en las escuetas líneas del diario de Braulio: "Desde este momento abandonamos la zona y comenzamos a operar por nuestra cuenta. Nos dirigimos hacia la carretera y el 20 (de julio), en el lugar de Tapera, una patrulla del ejército nos sorprendió el campamento, los aguantamos unas horas y nos retiramos. En este tiroteo se fugaron Eusebio y Chingolo (dos de la ‘resaca’)".

"El día 9 de agosto de 1967 el ejército nos rodeó y en nuestra retirada mataron a Pedro (Antonio Jiménez Tardío) y ocuparon la 30 que llevaba."

Pedro y la ametralladora 30 habían sido decisivos el día 2 de junio durante la retirada de la columna, tras la emboscada de Peñón Colorado, en la cual cayeron Víctor (Casildo Condori Coche) y Marcos (Antonio Sánchez Díaz), este último fue el encargado del arma hasta su muerte.

Sobre este hecho escribió el general boliviano Gary Prado en un libro sobre la guerrilla de Ñacahuazú: "En su repliegue, la ametralladora calibre 30 manejada por Pedro, cumple una tarea importante en retardar el avance de las tropas y permitir así el desprendimiento del resto del grupo que consigue eludir la presión...".

El 9 de agosto, en un combate desigual entre tropas combinadas de la compañía Oxa del Regimiento de Campos, la compañía B de la Tercera División y el grupo del subteniente Néstor Ruiz, se produce el combate cerca de Monteagudo al este de Taperillas.

Explica Paco que el ejército lo detectó cuando ya casi alcanzaban la cima de la montaña. Uno a uno fueron pasando por un claro. Pedro no podía agacharse porque cargaba el arma, iba casi erguido cuando el fuego se concentró en él y quedó allí, junto a la 30 con la que antes había defendido al grupo guerrillero. Walter (Walter Arencibia) trató de llegar hasta él, pero fue imposible.

Antonio Jiménez Tardío, Pedro o Pan Divino, como también le llamaron sus compañeros de la guerrilla, a la cual se integró el 31 de diciembre de 1966, había nacido en 1941 en el citado poblado de Tarata, capital de la provincia del mismo nombre, del departamento de Cochabamba, Bolivia.

Fue un joven alegre, a pesar de los sinsabores que le tocó vivir desde muy pequeño, en un hogar donde la pobreza hacía muy dura la existencia de doña Leonor Tardío y sus 11 hijos, quienes apenas podían subsistir con el mísero sueldo de maestro del padre, por lo que Leonor debía dedicarse a elaborar y vender chicha.

A los 14 años marchó Antonio hacia La Paz, para buscar una beca y poder estudiar. Muchacho inteligente e interesado en superarse, leía mucho, sobre todo, literatura política, lo que molestaba al padre que no compartía las ideas del hijo. Se hizo técnico-mecánico, pero decidió estudiar finanzas con el fin de ayudar a la madre en la educación de sus hermanos.

Afirma doña Leonor (la madre) que Antonio era muy sacrificado y querido en el pueblo, por eso cuando se conoció su muerte, en la Plaza de Tarata sus amigos escribieron en los muros "Gloria a Antonio Jiménez Tardío. Abajo la bota militar". Entonces, el subprefecto hizo traer gentes para borrarlo y el ejército quiso ir a su casa a atacarla, pero el pueblo lo impidió.

También en la guerrilla continuó sus hábitos de leer y despertó la admiración de sus compañeros. Cuenta Paco que el joven combatiente acostumbraba a conversar con Alejandro (Gustavo Machín) y Freddy Maymura sobre literatura e intercambiaban los libros que llevaban en la mochila.

"Algunos compañeros discutían con Pedro porque él decía que había ido al monte a morir y uno le contestaba que no habíamos ido solo a ofrendar la vida. Él anteponía la causa a vivir. Era muy parecido a Rolando (Eliseo Reyes, San Luis), solo se diferenciaban en que Pedro era más alto y robusto", indica.

El Che valoró las cualidades del combatiente boliviano de 26 años y el 11 de enero lo responsabiliza con impartir clases de quechua junto a Aniceto. El 25 de marzo, tras el primer combate exitoso en el cual participó Antonio y Freddy Maymura (El Médico), anota en su diario de campaña: "Hablé con Pedro y el médico a quienes anuncié su casi total graduación de guerrilleros".

Apenas pasados cuatro meses, Pedro caía valientemente, después de múltiples muestras de arrojo, desprendimiento y solidez de sus principios, que le permitieron alcanzar el escalón más alto de la especie humana.

(Este trabajo fue publicado en las páginas de Granma el 9 de agosto de 1997)

 

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