Optaron por romper monte para salir del cerco cada vez más cerrado
que tendía el enemigo. Disminuyeron la carga al máximo, llevando solo
algo de comida y el armamento. Caminaron seis jornadas sin apenas
descanso, rompieron la selva a filo de machete hasta llegar a las
proximidades de Taperillas, por donde ya había pasado el Comandante
Guevara y su columna.
La necesidad de buscar alimentos los hizo acercarse a casa de los
campesinos. Compraron víveres y cocinaron. Venían extenuados y el
cansancio les hizo demorar más de lo debido. Cuando ya se disponían a
partir, detectaron la presencia del ejército.
Cuenta Paco (José Castillo Chávez), el único sobreviviente de la
emboscada del 31 de agosto, que fue un combate duro donde Joaquín,
Braulio (Israel Reyes) y Alejandro (Gustavo Machín), dando muestras de
su experiencia y arrojo, detuvieron a los soldados, a pesar de la
posición ventajosa que ocupaban, al disparar desde lo alto de la
montaña. Moisés Guevara también se distinguió contestando de forma
enérgica a cada pedido de rendición.
La odisea de esos días fue recogida en las escuetas líneas del
diario de Braulio: "Desde este momento abandonamos la zona y
comenzamos a operar por nuestra cuenta. Nos dirigimos hacia la
carretera y el 20 (de julio), en el lugar de Tapera, una patrulla del
ejército nos sorprendió el campamento, los aguantamos unas horas y nos
retiramos. En este tiroteo se fugaron Eusebio y Chingolo (dos de la
‘resaca’)".
"El día 9 de agosto de 1967 el ejército nos rodeó y en nuestra
retirada mataron a Pedro (Antonio Jiménez Tardío) y ocuparon la 30 que
llevaba."
Pedro y la ametralladora 30 habían sido decisivos el día 2 de junio
durante la retirada de la columna, tras la emboscada de Peñón
Colorado, en la cual cayeron Víctor (Casildo Condori Coche) y Marcos
(Antonio Sánchez Díaz), este último fue el encargado del arma hasta su
muerte.
Sobre este hecho escribió el general boliviano Gary Prado en un
libro sobre la guerrilla de Ñacahuazú: "En su repliegue, la
ametralladora calibre 30 manejada por Pedro, cumple una tarea
importante en retardar el avance de las tropas y permitir así el
desprendimiento del resto del grupo que consigue eludir la
presión...".
El 9 de agosto, en un combate desigual entre tropas combinadas de
la compañía Oxa del Regimiento de Campos, la compañía B de la Tercera
División y el grupo del subteniente Néstor Ruiz, se produce el combate
cerca de Monteagudo al este de Taperillas.
Explica Paco que el ejército lo detectó cuando ya casi alcanzaban
la cima de la montaña. Uno a uno fueron pasando por un claro. Pedro no
podía agacharse porque cargaba el arma, iba casi erguido cuando el
fuego se concentró en él y quedó allí, junto a la 30 con la que antes
había defendido al grupo guerrillero. Walter (Walter Arencibia) trató
de llegar hasta él, pero fue imposible.
Antonio Jiménez Tardío, Pedro o Pan Divino, como también le
llamaron sus compañeros de la guerrilla, a la cual se integró el 31 de
diciembre de 1966, había nacido en 1941 en el citado poblado de Tarata,
capital de la provincia del mismo nombre, del departamento de
Cochabamba, Bolivia.
Fue un joven alegre, a pesar de los sinsabores que le tocó vivir
desde muy pequeño, en un hogar donde la pobreza hacía muy dura la
existencia de doña Leonor Tardío y sus 11 hijos, quienes apenas podían
subsistir con el mísero sueldo de maestro del padre, por lo que Leonor
debía dedicarse a elaborar y vender chicha.
A los 14 años marchó Antonio hacia La Paz, para buscar una beca y
poder estudiar. Muchacho inteligente e interesado en superarse, leía
mucho, sobre todo, literatura política, lo que molestaba al padre que
no compartía las ideas del hijo. Se hizo técnico-mecánico, pero
decidió estudiar finanzas con el fin de ayudar a la madre en la
educación de sus hermanos.
Afirma doña Leonor (la madre) que Antonio era muy sacrificado y
querido en el pueblo, por eso cuando se conoció su muerte, en la Plaza
de Tarata sus amigos escribieron en los muros "Gloria a Antonio
Jiménez Tardío. Abajo la bota militar". Entonces, el subprefecto hizo
traer gentes para borrarlo y el ejército quiso ir a su casa a
atacarla, pero el pueblo lo impidió.
También en la guerrilla continuó sus hábitos de leer y despertó la
admiración de sus compañeros. Cuenta Paco que el joven combatiente
acostumbraba a conversar con Alejandro (Gustavo Machín) y Freddy
Maymura sobre literatura e intercambiaban los libros que llevaban en
la mochila.
"Algunos compañeros discutían con Pedro porque él decía que había
ido al monte a morir y uno le contestaba que no habíamos ido solo a
ofrendar la vida. Él anteponía la causa a vivir. Era muy parecido a
Rolando (Eliseo Reyes, San Luis), solo se diferenciaban en que Pedro
era más alto y robusto", indica.
El Che valoró las cualidades del combatiente boliviano de 26 años y
el 11 de enero lo responsabiliza con impartir clases de quechua junto
a Aniceto. El 25 de marzo, tras el primer combate exitoso en el cual
participó Antonio y Freddy Maymura (El Médico), anota en su diario de
campaña: "Hablé con Pedro y el médico a quienes anuncié su casi total
graduación de guerrilleros".
Apenas pasados cuatro meses, Pedro caía valientemente, después de
múltiples muestras de arrojo, desprendimiento y solidez de sus
principios, que le permitieron alcanzar el escalón más alto de la
especie humana.
(Este trabajo fue publicado en las páginas de Granma el 9 de
agosto de 1997)