— El gobierno estadounidense trata de reducir cautelosamente la
población carcelaria de la prisión de Guantánamo para aplacar críticas
internacionales, reseñó hoy The Washington Post.
Un reporte del diario capitalino explica que la administración del
presidente George W. Bush recortó casi a la mitad el inventario de
prisioneros en la mazmorra caribeña, que en 2003 llegó a encerrar a
unos 600 convictos.
Para enfrentar una presión multinacional que demanda el cierre de
la penitenciaría, el gobierno de Bush ha identificado docenas de
detenidos que podrían ser liberados este año o transferidos a otros
países.
Después de los atentados de 2001 contra Nueva York y Washington,
Estados Unidos activó el centro de detención dentro de su base naval
en la bahía de Guantánamo, instalada contra la voluntad del gobierno y
pueblo de Cuba.
Sin embargo, hasta la fecha Washington ha tenido muchos problemas
para encontrar naciones que acepten a los reos trasladados.
Mientras, la Casa Blanca declaró que 130 reclusos permanecerán
indefinidamente en Guantánamo por ser "extremistas islámicos
peligrosos", subrayó el Post.
La Oficina Oval y el Departamento de Defensa negaron el pasado mes
cualquier proyecto inmediato de clausurar la cárcel ubicada
arbitrariamente en el territorio de la isla antillana.
Con anterioridad, varios medios de prensa norteamericanos citaron a
fuentes oficiales de acuerdo con las cuales el cierre de la
penitenciaría era inaplazable, y los reclusos serían trasladados.
En las galeras de la base naval de Guantánamo, Washington mantiene
a unos 300 detenidos de una veintena de países, a quienes califica
como combatientes enemigos sin derechos judiciales ordinarios.