Filippo Grandi, comisionado adjunto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), afirmó a la prensa que en la Franja la posibilidad de enfrentar la crisis es poca y se va extinguiendo con rapidez.

Tanto Israel como Egipto mantienen cerrados sus cruces fronterizos con la Franja y sólo permiten el tráfico de ayuda humanitaria desde hace dos meses, cuando la Resistencia Islámica pasó a controlar por la fuerza ese territorio.

La faja corre el riesgo de depender completamente del exterior, en caso de que prosiga el encierro al que someten al millón 400 mil palestinos que residen allí, reiteró el funcionario de la UNRWA.

Según un grupo de hombres de negocios palestinos, alrededor de 120 mil trabajadores de la Franja de Gaza —donde es muy alta la tasa de desempleo— podrían perder sus ocupaciones.

Grandi alertó que de mantenerse el bloqueo las consecuencias serán desastrosas para la Franja, pero también afectará a su entorno, pues se creará "un ambiente de desesperanza y desesperación en la que probablemente medrará el extremismo".

En tanto, el ejército de Israel confirmó que sus tropas dieron muerte a un palestino cerca del cruce de Kissufin, al sospechar que colocaría una bomba en el muro fronterizo.