Una decena de soldados norteamericanos y
británicos murió o recibió heridas en ataques de la resistencia en las
últimas horas en el oeste y sur de Iraq, informaron hoy fuentes
oficiales.
Un militar estadounidense pereció y otros cuatro tuvieron lesiones
cuando operaban en la región occidental de este país árabe, informó en
un comunicado la jefatura norteamericana.
En el mensaje no se ofrecieron detalles sobre el suceso, pero se
precisó que ocurrió el pasado martes.
Asciende a 18 la cifra de militares norteamericanos muertos en Iraq
en lo que va de mes, ocho de los decesos ocurrieron en las últimas 72
horas, y suman tres mil 683 los que perecieron desde el inicio de la
invasión en marzo de 2003.
Medios de prensa hicieron énfasis en que la mayor parte de las
pérdidas norteamericanas fueron en el occidente y norte iraquíes,
donde la inteligencia militar ubica al llamado triángulo sunita.
También dos soldados británicos murieron hoy en los alrededores de
la sureña ciudad de Basora, con lo cual aumentaron a 168 los decesos
de su contingente desde que comenzó el conflicto armado.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido confirmó que los efectivos
perdieron la vida al explotar una bomba al paso de su vehículo, lo
cual también causó lesiones graves a otros dos soldados.
Las bajas pertenecen al primer Batallón de los Guardias Irlandeses
y ocurrieron al norte de los campos petroleros de Rumaylah.
Ese es el tercer ataque de la insurgencia esta semana contra las
tropas de Gran Bretaña, ubicadas principalmente en la región
meridional iraquí.
La prensa londinense también informó este jueves la muerte de un
integrante de su fuerza aérea cuando participaba en una patrulla de
rutina en el distrito de Al Waki, al norte de Basora.