Hace dos años, el joven, electricista y de 27 años, murió poco después de subir a un vagón del metro londinense tras ser capturado e inmovilizado por agentes que le dispararon ocho balazos, siete en la cabeza y el otro en un hombro.

El IPCC corroboró que el oficial Andy Hayman mintió a la opinión pública al demorarse en informar a sus superiores que se cometió un error y mataron a un inocente confundido con un sospechoso de terrorismo.

Tras publicarse el segundo reporte sobre las investigaciones del IPCC, Scotland Yard pidió de nuevo disculpa a los familiares de Menezes, quienes reclaman justicia al considerar que se escondió la verdad sobre la forma en que se reveló la muerte de su pariente.

Los familiares de la víctima reclaman transparencia y denuncian que se les mintió en las informaciones brindadas por el comisario jefe de Sotland Yard, Ian Blair, quien quedó libre de culpa en el reporte del IPCC.

Desde un inicio, la prensa londinense publicó las incoherencias en las informaciones brindadas por la policía, entre las que figuraban que Menezes vestía de forma sospechosa y llevaba una mochila, en la cual se pensó cargaba explosivos.