Un escueto parte de apenas 30 palabras expresa que los soldados miembros del destacamento de fuerzas de Marne murieron el martes a consecuencia del "fuego indirecto" durante un ataque, sin agregar más detalles al respecto.

Ese mismo día otros tres militares perecieron y seis sufrieron lesiones mientras participaban en una operación en el este de Bagdad.

Estos últimos fueron sorprendidos por el estallido de una potente explosión causada por un sofisticado artefacto dinamitero anti blindado, según comunicó el mando castrense.

Esos seis decesos incrementaron hasta 80 el número de efectivos estadounidenses abatidos en Iraq en julio, el de más baja mortandad para esas fuerzas en el actual año, pero el más alto para ese mes desde que comenzó la guerra.

Del total de soldados abatidos en el período 47 perdieron la vida a consecuencia de las bombas colocadas en las vías y 37 de ellos cayeron en Bagdad, donde se libra una persistente persecución contra las fuerzas rebeldes que operan en la zona.

Estadísticas basadas en datos del Pentágono cifran en más de 700 los militares heridos en las cuatro semanas de julio.

Con estos decesos suman tres mil 659 los efectivos de Estados Unidos muertos desde el comienzo de la invasión y posterior ocupación del país árabe en marzo de 2003, en su inmensa mayoría fuera de combate por los choques con la resistencia.

Al sur de esta capital, en tanto, un edificio de varios pisos de apartamentos fue volado en pedazos al producirse una fuerte explosión, atribuida a una carga de dinamita colocada en su interior por hombres armados, informó la policía.

El inmueble está ubicado en la localidad de Madaen y en la acción perdieron la vida cuatro personas y otras 10 sufrieron heridas, según la fuente.