A más de cinco mil 700 se eleva el número de discapacitados
visuales vinculados al trabajo en Cuba, gracias a los esfuerzos de la
Revolución y de la Asociación Nacional del Ciego, que ya arribó a su
aniversario 32.
El 75 por ciento de esas personas laboran en centros de trabajo,
mientras que cerca de 900 lo hacen en los más de 140 talleres
especiales para discapacitados, y los otros mediante el contrato a
domicilio, la labor por cuenta propia y otras opciones.
Entre esos hombres y mujeres figuran profesionales y técnicos como
abogados, maestros, psicólogos, artistas, fisioterapeutas, afinadores
de piano y otros graduados de diversas disciplinas, en tanto los
restantes lo hacen en diferentes esferas de la producción y de los
servicios.
Un grupo de esos trabajadores sobresalen como vanguardias
nacionales, dirigentes sindicales o por sus aportes en los forum de
ciencia y técnica y otros eventos.