La creación y capacitación de brigadas médicas para enfrentar los
desastres químicos es una novedosa experiencia introducida en Santiago
de Cuba, con el objetivo de reforzar la vigilancia toxicológica.
Galenos, farmacéuticos, enfermeras y otro personal sanitario
integrado a esos grupos -en los nueve municipios- reciben un
entrenamiento diferenciado con el propósito de dar respuesta a
emergencias por intoxicaciones agudas, liberación de sustancias de uso
industrial y otros productos nocivos a la salud.
Especialistas del Centro de Toxicología y Biomedicina (Toximed), en
esta ciudad, y del Centro Latinoamericano de Medicina de Desastres
asumen el adiestramiento acerca de la recepción masiva de personas, la
creación de botiquines y otras conductas a seguir ante ese tipo de
accidentes.
El doctor Ernesto Alvarez, subdirector de investigaciones de
Toximed, destacó el propósito de generalizar la experiencia al resto
de las provincias orientales, tarea en la que avanzan con la
impartición de cursos a directivos de salud.
Agregó que los estudios toxicológicos adquieren cada vez mayor
relevancia, teniendo en cuenta la gran cantidad de sustancias químicas
que circulan en el entorno, de productos que se incorporan al mercado
y el desarrollo vertiginoso de la biotecnología.
El quehacer de Toximed abarca líneas como la certificación
sanitaria de medicamentos, una consultoría fármaco-toxicológica,
estudios preclínicos a adyuvantes vacunales, análisis de riesgo
laboral y desarrollo de métodos alternativos a la experimentación
animal, entre otras.
Cuba cuenta con cuatro centros toxicológicos, cuya labor científica
contribuye a la protección del hombre y el medio ambiente.