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Al menos 10 personas murieron, en su mayoría policías, y más de una
docena resultaron heridas durante una explosión registrada hoy cerca
de la Mezquita Roja de esta capital, ocupada otra vez por estudiantes
religiosos.
Entre las víctimas mortales y lesionadas de gravedad figuran varios
uniformados que se encontraban en un restaurante a pocos metros del
templo cuando un suicida detonó una bomba en el céntrico mercado
comercial Aabpara, en Islamabad, según una versión militar.
Este complejo de oración y estudio del Corán volvió a ser centro de
enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas de seguridad, luego de su
asalto y desalojo el 10 de julio con saldo de al menos 87 muertos de
ambos bandos, de acuerdo con estadísticas gubernamentales.
La lucha obstaculizó los intentos de reabrir la mezquita cuando
grupos de estudiantes impidieron que el nuevo líder espiritual Ashfaq
Ahmed, iniciara las oraciones del viernes, indicaron fuentes
oficiales.
"Jamás lideraré las oraciones en la Mezquita Roja, después de haber
experimentado la peor humillación de mi vida de manos de los
estudiantes", declaró a medios informativos Ahmed, tras abandonar el
recinto religioso.
La policía lanzó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la
multitud, que apedreó un vehículo blindado de transporte y a docenas
de uniformados frente a la mezquita.
Los manifestantes exigieron el retorno del detenido ex clérigo
Abdul Aziz y gritaron lemas y cánticos contra el presidente, general
Pervéz Musharraf.
Aziz, dirigente del centro, resultó capturado el 6 de julio cuando
intentaba escapar oculto bajo un "burka" de mujer, antes del
allanamiento de la mezquita y las escuelas coránicas asociadas, en las
cuales estaban atrincherado miles de extremistas armados.