El presidente Bush obtuvo una lección de un grupo de estudiantes de
secundaria recién graduados que formaron parte del programa
Presidential Scholars de este año. Este programa está diseñado para
"reconocer y proveer experiencias para el desarrollo del liderazgo de
algunos de los más destacados estudiantes del último año de
secundaria".
Los 141 estudiantes que participaron del programa fueron agasajados
en la Casa Blanca. Una de ellos, Mari Oye, de Wellesley,
Massachussets, describe lo que sucedió allí: "El presidente entró y
dio un breve discurso. Dijo que a medida que progresamos en nuestras
carreras es importante tratar a los otros de la forma en que queremos
ser tratados. También nos dijo que vamos a tener que tomar decisiones
con las cuales tendremos que vivir el resto de nuestras vidas. Fue ahí
que le dije al presidente —Muchos de nosotros hemos tomado una
decisión y quisiéramos que aceptara esto— y le entregué la carta." Se
trataba de una carta que Mari había escrito. En ella se lee:
"Como miembros de la clase 2007 del programa Presidential Scholars,
se nos ha dicho que representamos a los mejores y más inteligentes de
nuestra nación. Por lo tanto, creemos que tenemos la responsabilidad
de expresar nuestras convicciones. No queremos que Estados Unidos
represente la tortura. Le exhortamos a que haga todo lo que está en su
poder para detener las violaciones a los derechos humanos de los
detenidos, cesar las ‘rendiciones’ (extradiciones ilegales) y aplicar
los acuerdos de la Convención de Ginebra a todos los detenidos,
incluyendo aquellos designados como combatientes enemigos".
Mari describió la reacción de Bush ante la carta: "Él leyó la
carta. Cuando llegó a la parte que hablaba sobre la tortura, alzó la
vista y dijo: —Estados Unidos no tortura a personas—. Yo le respondí:
—Si observa específicamente lo que decimos, nosotros le pedimos el
cese de las ‘rendiciones’ ilegales. Por favor, cancele su declaración
firmada con respecto a la ley anti-tortura de McCain.
"En ese momento, solo repitió: —Estados Unidos no tortura a
personas".
De hecho, después de que Bush firmó el año pasado la ley que
prohíbe torturar a los detenidos, silenciosamente emitió una
"declaración firmada presidencial" mediante la cual se reserva el
derecho de eludir la ley, así como lo ha hecho en más de 1 100
ocasiones, lo que lo convierte en el presidente que emitió más
"declaraciones firmadas" que todos los presidentes de Estados Unidos
juntos.
(Tomado de DEMOCRACY NOW)