Con 97,62 votos a favor de su permanencia en el cargo, Bachar ganó la consulta realizada en el país, pese a fuertes presiones de la oposición, quienes intentaron, incluso, boicotear los comicios.

Ante la Asamblea Popular siria compuesta por 250 miembros y reunida en sesión extraordinaria en esta capital, el mandatario reafirmó su juramento de preservar el sistema de la República Democrática Popular y respetar la Constitución y las leyes.

"Juro defender los intereses del pueblo y la seguridad nacional, así como trabajar y luchar por los objetivos de la nación árabe en la unidad, la libertad y el socialismo", dijo en su alocución.

A su entrada en el edificio los parlamentarios le tributaron una larga ovación y corearon frases de salutación.

Tras asumir nuevamente el cargo como presidente de Siria, Bachar al Asad tendrá nuevos retos: el desarrollo económico y la modernización del país, la lucha contra la corrupción y las negociaciones de paz con Israel.