Investigadores gubernamentales
estadounidenses crearon una compañía ficticia y obtuvieron una
licencia para manipular materiales radiactivos que podrían usarse para
fabricar una bomba, informó hoy la cadena CNN.
La operación formó parte de un intento federal para demostrar los
vacíos de seguridad que aún existen en el país y que en buena parte
son competencia de la Comisión Reguladora de Asuntos Nucleares, señaló
la fuente.
Expertos de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental con
identidades falseadas utilizaron la licencia para adelantar los pasos
iniciales que un terrorista emprendería si pretende construir una
llamada bomba sucia o radiológica.
En tan sólo 28 días, los aparentes empresarios fundaron una firma
simulada sin abandonar sus oficinas de Washington y se ganaron el
permiso para comprar equipos y tecnología relacionada con materiales
nucleares.
También sin grandes dificultades pudieron modificar la licencia
para garantizar acceso a una cantidad sin restricciones de elementos
nucleares y recibieron incluso compromisos de al menos dos
proveedores.
El senador Norm Coleman, de Minnesota, apuntó que la prueba federal
marca un precedente muy peligroso y las autoridades de cada estado
deberían tomar medidas específicas para evitar que el ensayo se
convierta en realidad.