De esa forma comenzó el comentario que, sobre el debut del otrora
Conjunto de Danzas Españolas del GTH, hoy Ballet Español de Cuba (BEC)
publiqué en este diario, en diciembre de 1988. Mucho ha llovido y
mucho han bailado por Cuba y por el mundo sus integrantes, desde
aquellos días del pasado siglo XX, cuando fue creada la agrupación.
En el tiempo, la compañía que dirige desde 1992, el bailarín y
coreógrafo Eduardo Veitía, también fundador, sigue atrapando y
conquistando al auditorio, como en aquella noche cuando vio la luz.
Precisamente, en el año del aniversario 20 de la agrupación, sobre las
mismas tablas, tuvo lugar la primera graduación del BEC como Unidad
artística docente.
Cerca de 20 jóvenes asaltaron la centenaria escena para entregar un
variado programa en el cual en la primera parte bailaron obras de la
escuela bolera y bailes regionales, mientras que en la segunda
interpretaron fragmentos de escenas de La casa Alba y Aquel
brujo amor, como ejemplos de flamenco, donde pusieron en claro,
tanto interpretativamente como en el baile, que están bien preparados
para enfrentar esos clásicos. Y, particularmente brillaron los noveles
artistas en piezas como la Muñeira montañesa (del folclor
gallego), la Jota aragonesa, que bailaron con pasión y alegría.
Pocos minutos después de finalizada la función, Eduardo Veitía
comentó a Granma que "el ingrediente básico del Ballet Español
de Cuba ha sido siempre la frescura del elenco, y los programas bien
articulados en los que resaltan el dinamismo y el rigor artístico,
algo que se ha permeado también en los estudiantes de nuestra escuela,
quienes han tenido como profesores en estos años a las primeras
figuras del BEC y otros profesores y profesionales de diversas
compañías, como DCC, el BNC y la Escuela de Ballet que siempre han
colaborado con nosotros".
Desde hace ese tiempo, la compañía ha sumado madurez, nivel
artístico-técnico, belleza interpretativa y prestigio. En 1994 se
fundaron por primera vez en Cuba y en América Latina los Cursos
Internacionales de Verano de Danza Española, que en 1999 realizaron su
primera graduación ante un tribunal de exámenes que estuvo integrado
por destacadas personalidades y estudiosos de la danza en Cuba,
creándose así las bases y las condiciones para oficializar la misma
como una de las Escuelas Nacionales de Arte en el país.