Tras cinco días de intensos debates concluye hoy en La Habana la
Sexta Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo,
donde el cambio climático ocupó importantes jornadas de trabajo.
El aprovechamiento de las energías renovables y las facilidades
económicas y medioambientales que una mayor generación limpia puede
aportar a los países fue también centro de atención de los más de 250
delegados asistentes a la cita.
Susan McDade, representante Permanente en Cuba del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), resaltó la víspera que sin
considerar el acceso a la energía resulta imposible lograr un
desarrollo sostenible y humano.
La diplomática sostuvo que es imposible alcanzar los objetivos de
Desarrollo del Milenio sin la utilización racional de ese recurso.
La erradicación de la pobreza necesita del trabajo, pero también de
insumos de energía, luz, electricidad para las comunicaciones,
calefacción y refrigeración, especificó.
Dijo que tampoco la meta de alcanzar la enseñanza básica universal
puede lograrse sin el pleno acceso a esos insumos de energía y subrayó
que Cuba es uno de los países que ha reconocido los recursos
necesarios en ese sentido para la educación.
Las mujeres y niñas, las más afectadas por la imposibilidad de
obtener los servicios modernos de energía y electricidad, son las que
deben recorrer largos trayectos para buscar leña y agua para el hogar,
manifestó.
Alrededor de 1,7 millones de personas mueren por infecciones
respiratorias, porque queman leña en lugares cerrados. Esta es la
cuarta causa de muerte a nivel mundial, aclaró.
Sin luz no es posible dar un buen servicio médico, también para
combatir enfermedades infecciosas como el VIH SIDA y la tuberculosis
es necesaria la comunicación, que requiere del uso de la energía,
acotó.
Sin los factores energéticos, no puede lograrse el desarrollo
sostenible, ni tampoco una vida sostenible, concluyó.