Bajo los auspicios de esa entidad promocional, adscrita a la
Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), el Instituto, según
explicó en La Habana el director de Una rosa de Francia,
potenciará el acceso vía Internet del repertorio fílmico
iberoamericano y facilitará en Madrid una presencia significativa del
cine de los realizadores de América Latina.
Lo primero ya se ha hecho realidad: el portal La Central Digital
alberga 4 500 películas de ficción y documentales de 15 países, que
mediante abono pueden ser bajadas de la red, en tanto en la capital
española avanzan los trabajos para la apertura a inicios del próximo
año de la sala Berlanga, que proyectará ciclos especializados.
Esta última estará habilitada con una tecnología digital, de manera
que existe la posibilidad de establecer un vínculo entre el repertorio
atesorado por el portal y la programación de la sala. En perspectiva
ese nexo podrá extenderse a las agendas de los centros culturales que
la SGAE ha abierto en Ciudad de México y Buenos Aires.
El Instituto, explicó a Granma Gutiérrez Aragón, no solo
asume esta misión promocional en interés de un mayor conocimiento de
las obras audiovisuales de los realizadores iberoamericanos, sino con
la mirada puesta en la necesidad de rescatar y conservar el patrimonio
fílmico en formato digital, mucho más duradero que el celuloide. En
esa línea se inscribe el fomento de una colección de DVDs, con el
objetivo de preservar y difundir los clásicos de nuestras
cinematografías. Asimismo habilitará el Canal Autor, que prestará
servicios a los socios.
"Estamos convencidos —argumentó Manolo— de que la única manera de
enfrentar los efectos de la globalización prevaleciente en el mercado
audiovisual pasa por unir nuestros talentos y aprovechar las ventajas
de las nuevas tecnologías."
"Hoy día —puntualiza— es más fácil producir que distribuir. Cuando
me inicié en el cine, las cámaras eran pesadas y no podías
desmontarlas así como así para buscar un nuevo encuadre. La tecnología
digital de filmación y edición abre nuevos caminos. Sin embargo, la
distribución sigue siendo un problema. Parece mentira, pero ahora con
la Unión Europea es más raro que un filme español sea visto en
Alemania, o uno alemán en Bélgica, que antes. No me gusta hablar en
términos de alternativas, prefiero decir que apostamos por nuevas vías
para hacer valer lo que producimos."
En cuanto al público potencial para las realizaciones
iberoamericanas, acota: "Hay mucho cine de valor que merece ser visto
por un público al que han abrumado con fórmulas espectaculares y
banales".
Uno de los motivos de la actual visita a Cuba de Gutiérrez Aragón
radica en la coproducción de una serie documental sobre la música
cubana con el ICAIC.
"Muchos conocen —dice— mis vínculos sentimentales con la Isla. Con
el presidente del ICAIC y con la realizadora cubana Rebeca Chávez
acordamos filmar esta serie. La música cubana es altamente valorada
internacionalmente, pero vale la pena mostrar qué hay detrás de ella."