Con sólo tres fallecimientos por cada mil nacidos vivos, la
provincia cubana de Las Tunas registró en el primer semestre del
presente año la más baja tasa de mortalidad infantil de su historia en
ese período.
La cifra es inferior en casi cuatro unidades a la reportada en
similar etapa de 2006, y se logró al disminuirse en ocho el número de
decesos, pese a incrementarse en más de 300 el total de nacimientos.
En el éxito sobresale que Puerto Padre, Jesús Menéndez, Manatí,
Majibacoa, Jobabo y Colombia, seis de los ocho municipios del
territorio, mantienen en cero ese importante indicador de salud, según
precisó a la AIN la doctora Gladys Salas, del Departamento
Materno-Infantil en la provincia.
Entre los factores que posibilitaron el avance figuran el buen
funcionamiento de los 18 hogares maternos existentes en Las Tunas, en
los cuales se interna a las embarazadas con algún riesgo, y el
reforzamiento de las atenciones médicas y alimentarias que reciben las
gestantes y niños.
Ubicada a unos 670 kilómetros al este de La Habana, Las Tunas es,
entre las 14 provincias cubanas, una de las de menor desarrollo en su
infraestructura asistencial y el personal calificado, pese a lo cual
redujo progresivamente su índice de fallecimientos.
Hace apenas dos décadas, el territorio reportaba una tasa cercana a
13 decesos por cada mil nacimientos, la más alta de la nación, y ya en
el último trienio finalizó con menos de seis casos.
De los países del llamado Tercer Mundo, Cuba es el más avanzado en
la lucha por disminuir la mortalidad infantil, pues en los últimos
años su tasa ha fluctuado entre los cinco y siete, similar a la que
reportan naciones con mucho mayor desarrollo socio-económico.