Un nuevo balance de soldados
norteamericanos muertos en Iraq en las últimas horas arrojó que cinco
de esos efectivos perecieron en ataques de la resistencia en Bagdad y
la provincia de Al Anbar (oeste).
El comando estadounidense confirmó hoy en un comunicado el número
decesos y que todas las bajas ocurrieron la víspera. Antes sólo se
informaron dos casos.
En el sector oeste de esta urbe una patrulla fue impactada por una
bomba colocada al lado de un camino y posteriormente atacada con
disparos. En esa acción murió un soldado estadounidense y dos policías
iraquíes sufrieron lesiones.
Otro militar norteamericano pereció cuando su destacamento fue
atacado a balazos en el sur de Bagdad.
También el mando confirmó que dos soldados y un infante de Marina
sucumbieron en operaciones de combate en la occidental provincia de Al
Anbar, considerada por los militares un bastión de la resistencia.
Esos son los dos escenarios de enfrentamientos que elevaron a tres
mil 583 la cantidad de efectivos de Estados Unidos muertos en 52 meses
de guerra.
El incremento de ataques contra las tropas extranjeras y nacionales
en la región central iraquí tiene lugar a pesar de las ofensivas
contra supuestos reductos de la resistencia ejecutados a partir del
pasado 14 de febrero en la operación Aplicamos la ley.
Con esas acciones, Washington y la administración local pretenden
controlar militarmente las zonas más activas de la insurgencia.