La
presencia de Luis Posada Carriles en El Salvador y otras naciones
centroamericanas ha generado polémica desde que fue involucrado en una
serie de atentados terroristas contra el régimen castrista. Pero en
otras épocas, el terrorista cubano llegó a ser asistente personal de
dos ex presidentes: José Napoleón Duarte (1984-1989) en El Salvador y
Vinicio Cerezo (1986-1990) en Guatemala.
Posada confesó su relación personal con ambos ex presidentes en una
entrevista secreta hecha por agentes especiales del FBI en la embajada
estadounidense en Tegucigalpa el 7 de febrero de 1992. El documento,
que se mantuvo calificado como "secreto" por muchos años, fue
recientemente desclasificado.
El cubano llegó al país en 1985 desde la isla caribeña de Aruba,
gracias a un vuelo privado que le arregló el veterano oficial de la
Agencia Central de Inteligencia (CIA), Félix Rodríguez.
Se trataba de una pequeña avioneta Cesna 310 de dos motores, que
hace escalas en Panamá y Costa Rica, según narra Posada en su libro
"Los caminos del guerrero".
Al llegar a El Salvador, un conocido de Rodríguez, solo
identificado en el documento como "el capitán Leiva" y en su libro
como "el capitán Roberto Leiva" proporcionó a este varias
identificaciones (incluyendo licencia e identificaciones militares)
bajo el nombre de Ramón Medina Rodríguez, uno de los alias que usó.
Luego se incorporaría a la red de apoyo militar para los rebeldes
contras nicaragüenses (la guerrilla campesina antisandinista), desde
una base del aeropuerto militar de Ilopango y con la complicidad de la
Fuerza Aérea Salvadoreña, según el testimonio.
Posada identifica como uno de sus más estrechos colaboradores al
entonces jefe de la fuerza Aérea, general Juan Rafael Bustillo, pero
asegura que este no sabía su verdadera identidad.
Pero la operación no duraría mucho, el derribo en Nicaragua de uno
de los aviones que utilizaba la red, provocó el fin de los envíos
ilegales y el destape de un escándalo político en Estados Unidos que
luego se conocería como "Irán-contras". Hasta ahí la historia
conocida.
Tras el escándalo, Posada mantuvo bajo perfil y pasó tres meses en
un rancho de playa conocido como Xanadú, una bella zona privada cerca
de El Sunzal. Ahí vivió de sus ahorros, según dijo al FBI. Durante la
operación de abastecimiento a los contras había ganado entre $6 000 y
$7 000 mensuales, más casa, carro y combustible.
Poco después, Posada pasaría a trabajar como asesor de
investigaciones de la desaparecida Policía Nacional (PN), gracias a
que conocía a Hermes o Hernán Rojas, uno de los venezolanos que habían
venido al país a asesorar al gobierno de José Napoleón Duarte en
materia de seguridad.
El jefe del grupo de asesores venezolanos era nada menos y nada más
que Víctor Rivera (Zacarías) un oscuro personaje que luego
investigaría secuestros en el país y que ha sido mencionado en el caso
de los policías que asesinaron a los diputados salvadoreños en
Guatemala en febrero pasado. Pero Posada y Rivera no se llevan bien,
cuando Rivera sale del país en medio de un escándalo, llega Rojas y le
da trabajo.
La PN le pagaba a Posada unos $2 000 mensuales, más casa, carro y
gasolina. Pronto Posada llegó a ser importante y a tener un alto
perfil, se reunía con el entonces ministro del Interior en su propia
casa para resolver casos de alto nivel.
Según Posada, Duarte lo llamaba a su propia casa y se volvió su
asesor personal, al grado que el mandatario le puso guardaespaldas
porque investigaba los asesinatos políticos atribuidos a la extrema
derecha.
Eso provocó que se volviera "muy visible" y tuviera que irse a
Guatemala, donde gobernaba ese país otro demócrata cristiano: Marco
Vinicio Cerezo Arévalo (hoy convertido en diputado).
Posada dejó El Salvador en 1989 (cuando ya Duarte había dejado el
poder) para trabajar como jefe de seguridad de la telefónica estatal
Guatel. Pero poco después se convertiría en asesor personal de
investigaciones de Cerezo.
Pero el 28 de febrero de 1990, Posada sufre un atentado en el
bulevar Vista Hermosa de la capital guatemalteca, donde sufre serias
heridas.
Es precisamente Cerezo quien le paga las cuentas del hospital El
Pilar y luego Posada parte hacia Honduras, donde se le pierde la pista¼
luego vendría de nuevo a El Salvador donde su presencia se haría
pública en 1997 cuando contrata a dos mercenarios salvadoreños para
poner bombas en Cuba: Raúl Ernesto Cruz León y Otto Rodríguez Llerena.
José Napoleón Duarte, quien fue presidente de El Salvador entre
1984 y 1989, tuvo a Luis Posada Carriles como asesor personal en
materia de seguridad. Le había encomendado la labor de investigar
crímenes políticos supuestamente atribuidos a "escuadrones de la
muerte" de extrema derecha.
Marco Vinicio Cerezo Arévalo, gobernó Guatemala entre 1986 y 1990,
demócrata cristiano al igual que Duarte, contrató a Posada Carriles
como su asesor personal en materia de seguridad.