Música y danza de lujo mostrará el próximo Festival del Caribe
cuando se encuentren la cubana Tumba Francesa y el dominicano teatro
Cocolo Danzante, ambos Obras Maestras del Patrimonio Oral e
Intangible de la Humanidad.
Declarados por la Organización de Naciones Unidas para la
Educación, la ciencia y la cultura (UNESCO) con esa distinción, las
dos agrupaciones animarán la también llamada Fiesta del Fuego, que
se realizará del tres al nueve de julio venideros en la ciudad
Santiago de Cuba y en Guantánamo como subsede.
Más de dos mil artistas e intelectuales de unos 20 países,
participarán en esta cita anual de renombre en el área.
El Cocolo Danzante llegará desde San Pedro de Macorís, para poner
sabor a este multievento, que se dedica precisamente a la cultura
del pueblo de República Dominicana.
Los guloyas, como son conocidos también, desplegarán una
tradición que junta a actores, danzantes y músicos, los llamados "wild
indies", con trajes de llamativos colores, máscaras y temas de
varios mundos creativamente unidos.
Su danza teatro Cocolo, interpretada en las festividades de la
Navidad y el Carnaval, se desarrolló en la vecina nación en el siglo
XIX entre los trabajadores migrantes caribeños de habla inglesa.
Música, danza y personajes de origen africano se mezclan con
tramas y figuras bíblicas y de la literatura medieval europea, en
particular de temas británicos, en lo que se ha valorado como una
singular expresión de mestizaje.
Al recibir en el 2005 esa condición la agrupación se convirtió en
la segunda que la ostenta en República Dominicana. La primera fue la
Cofradía de los Congos del Espíritu Santo, de Villa Mella,
distinguida en 2001.
Compartirá un escenario de lujo con la Tumba Francesa,
tradicional participante en la Fiesta del Fuego, donde expone su
peculiar manifestación musical danzaria de más de dos siglos de
práctica, primero por los esclavos en los cafetales y luego en
sociedades mutuales negras que se instauraron en el oriente del
país.
Mostrará las raíces francohaitianas de la cultura cubana, con sus
bailes Masón, Yubá y Frenté, de expresión netamente africana, junto
con la polka y el minué de esencia europea, además de la tahona, en
el cual hay improvisación y los bailarines danzan alrededor de
cintas de colores que tejen y destejen.
Esta es hasta ahora la única expresión cubana en el registro de
Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, que
se le otorgó en el 2003, y cuenta con tres agrupaciones: La Caridad
de Oriente, de Santiago de Cuba; la Tumba Francesa de Bejuco, de
Sagua de Tánamo, en Holguín, y La Pompadour-Santa Catalina de Ricci,
de Guantánamo.
Distintas en su expresión, cantos, instrumentos y rituales, pero
similares en su carácter genuino y raíces multiculturales del
Caribe, ambas agrupaciones harán honor a los valores que les
reconoció las Naciones Unidas en la preservación de las auténticas
tradiciones populares durante más de 10 generaciones.
Música y baile contagiosos, como para llenar de alegría al más
escéptico de los humanos, en el escenario de lujo de la ciudad de
Santiago de Cuba.
La Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e
Inmaterial de la Humanidad es una distinción creada por la UNESCO en
1997, de la cual se han producido tres ediciones en los años 2001,
2003 y 2005.
Mediante ellas han quedado identificadas un total de 90 Obras, 17
de las cuales fueron presentadas por 13 Estados Miembros de América
Latina y el Caribe.