Actualizado 10:30 a.m. hora local

Folclor de lujo en próxima edición del Festival de Caribe

JOSÉ ÁNGEL CUESTA y CÉSAR LÓPEZ GIL

Música y danza de lujo mostrará el próximo Festival del Caribe cuando se encuentren la cubana Tumba Francesa y el dominicano teatro Cocolo Danzante, ambos Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Declarados por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la cultura (UNESCO) con esa distinción, las dos agrupaciones animarán la también llamada Fiesta del Fuego, que se realizará del tres al nueve de julio venideros en la ciudad Santiago de Cuba y en Guantánamo como subsede.

Más de dos mil artistas e intelectuales de unos 20 países, participarán en esta cita anual de renombre en el área.

El Cocolo Danzante llegará desde San Pedro de Macorís, para poner sabor a este multievento, que se dedica precisamente a la cultura del pueblo de República Dominicana.

Los guloyas, como son conocidos también, desplegarán una tradición que junta a actores, danzantes y músicos, los llamados "wild indies", con trajes de llamativos colores, máscaras y temas de varios mundos creativamente unidos.

Su danza teatro Cocolo, interpretada en las festividades de la Navidad y el Carnaval, se desarrolló en la vecina nación en el siglo XIX entre los trabajadores migrantes caribeños de habla inglesa.

Música, danza y personajes de origen africano se mezclan con tramas y figuras bíblicas y de la literatura medieval europea, en particular de temas británicos, en lo que se ha valorado como una singular expresión de mestizaje.

Al recibir en el 2005 esa condición la agrupación se convirtió en la segunda que la ostenta en República Dominicana. La primera fue la Cofradía de los Congos del Espíritu Santo, de Villa Mella, distinguida en 2001.

Compartirá un escenario de lujo con la Tumba Francesa, tradicional participante en la Fiesta del Fuego, donde expone su peculiar manifestación musical danzaria de más de dos siglos de práctica, primero por los esclavos en los cafetales y luego en sociedades mutuales negras que se instauraron en el oriente del país.

Mostrará las raíces francohaitianas de la cultura cubana, con sus bailes Masón, Yubá y Frenté, de expresión netamente africana, junto con la polka y el minué de esencia europea, además de la tahona, en el cual hay improvisación y los bailarines danzan alrededor de cintas de colores que tejen y destejen.

Esta es hasta ahora la única expresión cubana en el registro de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, que se le otorgó en el 2003, y cuenta con tres agrupaciones: La Caridad de Oriente, de Santiago de Cuba; la Tumba Francesa de Bejuco, de Sagua de Tánamo, en Holguín, y La Pompadour-Santa Catalina de Ricci, de Guantánamo.

Distintas en su expresión, cantos, instrumentos y rituales, pero similares en su carácter genuino y raíces multiculturales del Caribe, ambas agrupaciones harán honor a los valores que les reconoció las Naciones Unidas en la preservación de las auténticas tradiciones populares durante más de 10 generaciones.

Música y baile contagiosos, como para llenar de alegría al más escéptico de los humanos, en el escenario de lujo de la ciudad de Santiago de Cuba.

La Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad es una distinción creada por la UNESCO en 1997, de la cual se han producido tres ediciones en los años 2001, 2003 y 2005.

Mediante ellas han quedado identificadas un total de 90 Obras, 17 de las cuales fueron presentadas por 13 Estados Miembros de América Latina y el Caribe. (AIN)

 

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