Abbas, también líder de Fatah, encargó hoy al ministro saliente de
Finanzas, el independiente Salam Fayyad, la formación de un nuevo
gobierno de emergencia, después de la disolución de la mesa de unidad
con Hamas.
Fayyad fue alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI)
y goza de la confianza occidental.
El presidente palestino, además, denunció desde Cisjordania un
golpe militar y dio a conocer la realización de elecciones
anticipadas.
Sin embargo, poco después, el portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri,
denunció el encargo de Abbas, afirmando que es "contrario a todas las
leyes palestinas" y representa un "golpe de Estado contra la
legalidad", mientras el derrocado primer ministro, Ismail Haniyeh,
proclamó que el gobierno saliente "continuará ejerciendo sus
funciones", según el reporte de EFE.
Los palestinos se arriesgan a un escenario con dos gobiernos: uno
encabezado por Hamas, en Gaza, y otro liderado por Abbas, en
Cisjordania.
La decisión de Abbas se produjo tras el anuncio que hizo en la
madrugada del viernes Hamas, que aseguró controlar todos los edificios
de las fuerzas de seguridad fieles a Fatah en Gaza.
En Damasco, el número uno de Hamas, Jaled Mechaal, acusó a la
comunidad internacional de tener la "responsabilidad esencial" en la
crisis palestina.