BRASILIA, 15 de junio.— El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin
Tierra (MST) concluyó el viernes su V Congreso Nacional con un apoyo
expreso a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), el
grupo de integración integrado hasta ahora por Cuba, Venezuela,
Bolivia y Nicaragua.
El MST, en la declaración final de su V Congreso, adoptó un
compromiso de lucha contra el latifundio y el imperialismo, y nuevas
metas para limitar el tamaño de la propiedad de la tierra.
Tales empeños están contenidos en el documento llamado Carta del V
Congreso Nacional del MST, que consta de 18 breves puntos que resumen
los temas discutidos durante la reunión, iniciada el lunes con la
asistencia de 17 500 delegados.
Entre los aspectos aprobados, los campesinos destacan su interés de
discutir con otros grupos sociales la construcción de un proyecto
popular contra el neoliberalismo y el imperialismo, y las causas
estructurales de los problemas que afectan al pueblo brasileño.
Plantean bregar para que todos los latifundios sean expropiados "y
luchar contra las empresas transnacionales que quieren controlar las
semillas, la producción y el comercio agrícola brasileño, como la
Monsanto, Syngenta, Cargill, Bunge, ADM, Nestlé, Basf, Bayer, Aracruz
y Stora Enso, entre otras".
El documento afirma también que batallará para que en Brasil se
reformen leyes y se limite el tamaño de la propiedad de la tierra, lo
que no existe actualmente, expresó a los periodistas Vanderlei Martiné,
miembro de la coordinación nacional del MST, integrada por 300
personas.
El MST, dijo Martiné, propone un máximo de propiedad equivalente
entre 400 y 500 hectáreas, por considerarlo suficiente para la
producción agrícola y pecuaria, además de brindar la oportunidad para
que al menos 250 000 familias, 140 000 de ellas miembros del MST,
puedan tener acceso a parcelas para cultivar.