Fútbol mereció mejor suerte

Vida o muerte en un partido desde hoy

Miguel Hernández
miguel.hm@granma.cip.cu

El fútbol cubano mereció mejor suerte. Y aunque la frase parezca manida (que lo es), el derrumbe de la selección en su última presentación en la séptima Copa Oro no desmiente las cualidades que antes de esa fecha había enseñado.

Su faena contra Panamá (2-2) demostró que no había sido casualidad la actuación ante el favorito México (1-2), cuya repercusión mediática es inédita en la historia deportiva cubana.

Este servidor se encontraba precisamente en el aeropuerto internacional Benito Juárez de Ciudad de México, de paso hacia Nueva York, un día después del partido de los cubanos contra el Tricolor, y las portadas de todos los diarios, a la vez que disparaban sus misiles contra el plantel de Hugo Sánchez, colocaban una alfombra roja al juego de los antillanos y al desempeño de algunos de ellos.

"Casi nos ganan", susurraba un mexicano a otro al mediodía de este jueves, cuando identificó a los caribeños en la misma terminal aérea, pero ya camino a casa después del lamentable 0-5 con Honduras. Y varios de ellos se acercaban a los jugadores cubanos para tomarse fotos con quienes estuvieron a punto de una hazaña sobre los cotizados futbolistas mexicanos.

Estas escenas ya se habían sucedido en Nueva Jersey y en Houston con los aficionados de la inmigración latinoamericana, especialmente mexicanos y centroamericanos, y en mucho menor grado, con cubanos, de escasa presencia en los estadios a diferencia de cuando se trata de béisbol.

No voy a entrar en detalles técnicos de alineaciones ni estrategias, ni en controversias sobre la convocatoria previa del seleccionado, o si bajas imprevistas podrían o no haber causado la debacle, o si junto a las arengas alentadoras son también necesarias más posibilidades de roce internacional.

Más importante es rechazar el fatalismo de que el cubano no sirve para jugar bien al fútbol. Una vez, hace muchísimos años, en 1938, estuvimos en un Mun-dial y le ganamos 2-1 a Rumania; y en 1976, en los Juegos Olímpicos de Montreal, empatamos a cero con Polonia, pese a que injustamente nos anularon un gol de Fariñas; y en el 2005, Costa Rica no nos pudo vencer en dos partidos de las eliminatorias mundialistas.

Los futbolistas cubanos se merecen demostrar su tope. Países beisboleros como Vene-zuela y Panamá han logrado ya un espacio. Por lo pronto esta Copa, pese al último sorbo, fue menos agridulce.

Canadá se enfrentará hoy a Guatemala y Estados Unidos a Panamá, para abrir los cuartos de final, mientras que Honduras chocará con Guadalupe y México con Costa Rica, mañana domingo, para terminar de definir a los cuatro semifinalistas.

 

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