Gran Bretaña se despedirá
paulatinamente de Iraq, salida que iniciará de forma simbólica con la
entrega en julio próximo de una base en la sureña ciudad de Basora,
anunció hoy el ministro de Defensa, Des Browne.
En declaraciones que publican los diarios The Guardian y Daily
Telegraph, Browne reconoció que las fuerzas británicas se pueden
degradar si por un lustro más se mantienen siete mil soldados en
Afganistán y cinco mil en suelo iraquí.
Al respecto, precisó que como parte del compromiso de replegar mil
600 soldados para finales de este año del estado árabe, también se
estudia el retiro de otros 500, dejando cinco mil.
Las declaraciones del funcionario se registraron tras la visita
realizada a Bagdad y Basora por Gordon Brown, ministro de Economía y
próximo relevo del jefe de gobierno, Tony Blair.
Brown viajó el lunes último a Iraq para constatar la situación
existente en el terreno, lo cual, según anunció con anterioridad,
tendrá en cuenta a la hora de tomar una decisión sobre la presencia en
suelo iraquí.
Tras ser designado por el gubernamental Partido Laborista para
suceder a Blair, quien informó que renunciará el venidero día 27,
Brown reconoció que se cometieron errores en Iraq, pero se abstuvo de
mencionarlos.
Hace cuatro años fuerzas anglo-estadounidenses invadieron y
ocuparon ese país árabe, donde Londres mantienes destacados más de
siete mil 100 hombres, de quienes murieron 150 desde 2003.