¿Qué pasará ahora con el wild card?

ALFONSO NACIANCENO
alfonso.gng@granma.cip.cu

Los mismos 12 hombres que jugaron el pasado fin de semana en la Ciudad Deportiva representarán a Cuba en las tres próximas visitas a Serbia, Rusia y Egipto correspondientes a la Liga Mundial de voli.

Foto: RICARDO LÓPEZ HEVIALos cubanos gustaron a su afición y también a los supervisores de la Liga presentes en las series a domicilio.

Después de esas series en terreno ajeno, habrá unos días de descanso antes de iniciar la final de Katowice, Polonia, del 11 al 15 de julio. Allí asistirán seis elencos: los locales, los ganadores de cada una de las cuatro zonas eliminatorias y el sexto participante lo elegirá la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) por mediación de un wild card.

En la "Fórmula de la competencia", elaborada por la FIVB, hay un acápite que dice: "El wild card será seleccionado entre los segundos lugares mejor ranqueados." Si solo se atendiera a los resultados (partidos ganados y perdidos), entonces Cuba, que el año pasado cerró la eliminatoria con 10-2, debió acceder a esa plaza en lugar de Italia, envuelta en una de sus peores finales.

La designación de los bambinos levantó protestas en diversos países, mas en su favor los organizadores de la Liga adujeron varias razones por las cuales les concedieron a los ocho veces titulares ese "boleto gratis" rumbo al epílogo del evento. Según supimos, los directivos de la FIVB toman en cuenta un grupo de aspectos para seleccionar el wild card: aporte económico hecho por cada país a la FIVB; tradición de los equipos en los años de existencia de la Liga (1990-2007); cantidad de espectadores asistentes a las instalaciones en las se-ries que cada colectivo juega como anfitrión; y la competitividad del elenco, entre otros puntos.

Hoy, cumplida la mitad del calendario, Brasil, campeón desde el 2003, suma seis triunfos sin revés en el grupo A, por encima de Finlandia (3-3), Sudcorea (2-4) y Canadá (1-5). En la llave B, hay una cerrada lucha entre Estados Unidos (4-2), Francia (3-3) e Italia (2-2), con Japón en la cola (1-3). Rusia (5-1) comanda la poule C, seguida por Cuba (4-2) y Serbia (3-3), mientras Egipto (0-6). En la D, mandan Polonia y Bulgaria (6-0), en tanto China (0-6) y Argentina (0-6) llevan la peor parte.

¿QUÉ PUEDE HACER CUBA?

Los cubanos están urgidos de, al menos, dividir honores con Serbia y Rusia como lo hicieron en casa, e intentar doblegar otras dos veces a Egipto, para archivar 8-4. Suponiendo que los rusos solo perdieran en una ocasión ante los nuestros y les ganaran sus otros cuatro desafíos a Serbia y Egipto, los alumnos de Orlando Samuels, con 8-4, podrían constituirse en el mejor segundo lugar. Entonces cabría preguntarse: ¿nuevamente el wild card iría a manos de un sexteto europeo?

Al observar cuáles conjuntos aparecen ahora como sublíderes, Finlandia y Francia se hallan por debajo de Cuba en choques ganados y perdidos, sin descartar a Italia, tercero en el B. Solo Bulgaria aventaja a los antillanos, plantel que seguramente pasará a la final a partir de una de estas dos posibilidades: si los búl-garos ganan en esa llave, van a Katowice por ser punteros. Si triunfa Polonia y aquellos la secundan, igualmente avanzan al ser los escoltas del país anfitrión de la finalísima, asegurado de antemano.

El camino menos complicado para que los cubanos lleguen a Katowice se abriría si vencieran en los seis encuentros como visitadores, pero no nos parece un análisis objetivo debido a la calidad de los adversarios.

 

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