A piano primero y a guitarra limpia
después, el cantautor cubano Gerardo Alfonso hizo vibrar la sala
Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación en esta capital.
Desde un escenario cercano e íntimo con el público, Alfonso puso a
prueba ayer estrenos y piezas conocidas de sus discos Volando hacia la
luna (1990), Los lobos se reúnen (1993), Diviértete un poco (1994),
Recuento (2000), El Ilustrado Caballero de París (2001), entre otros.
Con la lírica de sus creaciones y su raíz urbana y popular, el
trovador rasgó las cuerdas e inundó la sala, durante una hora y media,
de son, rumba, ritmos caribeños, brasileños y reggae.
Voy a interpretar Ojalá número cuatro, ya se conocen las demás (la
de Silvio Rodríguez, Juan Luis Guerra) y esta ahora", afirmó Alfonso,
quien no descansó su voz de colores e hizo algunos relatos para
enaltecer a extintos personajes de su querida Habana.
Como era de esperar, melodías antológicas fueron cantadas a dúo por
el público con el trovador, cual cronista de su tiempo, entonó temas
de amor y desamor, la ecología, la guerra, la raza, la religión y los
problemas y esfuerzos de sus coterráneos.
Cuando miró su reloj, Alfonso anunció las dos últimas canciones del
concierto, las de siempre: Sábanas Blancas y Son los sueños todavía.
En un intercambio con la platea ratificó su admiración por el
legendario comandante argentino-cubano Ernesto Ché Guevara.
Sigo creyendo en él, en lo que representa, dijo y empezó: "Tú
sabías desde el Cono Sur y venías desde antes, con el amor al mundo
bien adentro. Fue una estrella quien te puso aquí y te hizo de este
pueblo...".
Cuando parecía que todo acababa, más trovador que nunca retomó su
guitarra y a pedido del auditorio terminó a ritmo de palmadas con la
popular Yo te quería María.
Alfonso está invitado a la nueva edición de la Semana del Che que
se celebrará desde el próximo jueves en Altagracia para recordar el
nacimiento del guerrillero, ocurrido el 14 de junio de 1928