El Director Ejecutivo de la Oficina
de la ONU contra la Droga y el Delito, Antonio María Costa, dijo hoy
que el narcotráfico y la violencia amenazan con paralizar el
desarrollo económico en la región de Centroamérica.
"Las señales para la alarma son evidentes: crimen organizado,
violencia de bandas, secuestros y el aumento de compañías privadas de
seguridad", indicó el funcionario de ONU en un estudio sobre la
situación en esa región que circula en esta sede.
A juicio del italiano Costa, el crimen es el principal problema
para conseguir la estabilidad en Centroamérica por lo que urge a una
mayor asistencia internacional que ayude a superar estos obstáculos
hacia el desarrollo.
En el estudio, titulado "Crimen y Desarrollo en América Central:
Atrapado en el fuego cruzado", el funcionario de ONU destaca que los
países de esa región son vulnerables por su ubicación geográfica en
las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos.
En este sentido Costa dijo que "cuando el crimen y la corrupción
reinan, y el dinero por droga pervierte la economía, los ciudadanos
pierden la confianza en sus líderes e instituciones públicas".
Los países de Centroamérica tienen como punto común el hecho de que
todos están afectados en diversos grados por el narcotráfico, crímenes
y desempleo, así como por problemas relacionados con el alto grado de
pobreza, disparidades y fácil acceso a las armas.
"Esos países presentan una posición muy vulnerable por encontrarse
ubicados entre Colombia, el mayor abastecedor mundial de cocaína, y
Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de cocaína", señala el
estudio presentado por Costa.
Según ese documento de la ONU, casi el 90 por ciento de la cocaína
en ruta hacia Estados Unidos cruza por territorio de Centroamérica.
Como resultado de décadas de conflictos, la región presenta el
problema de la profusión de las armas de fuego, lo cual contribuye a
que muchos de estos países presenten altos niveles de homicidio a
nivel mundial.
El estudio se refiere también a la violencia entre pandillas como
significante síntoma en esa región, particularmente en El Salvador,
Guatemala y Honduras, de un profundo malestar social.