Ambas bajas ocurrieron el martes mientras cumplían una misión en esa región, convertida en una de las más mortíferas para las fuerzas ocupantes norteamericanas desde el comienzo de la guerra hace un poco más de cuatro años.

Con estos dos decesos asciende a 78 el número de militares extranjeros abatidos en este país árabe en mayo, de ellos 73 de Estados Unidos, tres del Reino Unido, uno de Dinamarca y otro de Corea del Sur, según estadísticas del Pentágono.

El pasado abril se convirtió en el más mortífero del actual año con 117 muertes de soldados de la coalición: 104 estadounidenses, 12 británicos y un polaco.

Desde el comienzo de la invasión y posterior ocupación de Iraq en marzo de 2003, perdieron la vida tres mil 424 norteamericanos, 149 ingleses y 127 de otras nacionalidades que integraron la alianza.

Un comando suicida, en tanto, detonó la carga de explosivos adosada a su cuerpo dentro de una cafetería en la localidad de Mandali, 100 kilómetros al noreste de esta capital, y causó al menos 15 muertos y dos decenas de heridos, señaló la policía.

En el poblado de Jbala, al sur de Bagdad, un coche bomba reventó en un estacionamiento y perecieron tres personas y otras 15 resultaron lesionadas, según la fuente.

Estos acontecimientos tienen lugar al cumplirse más de tres meses de la puesta en práctica de una operación de control compuesta por 90 mil efectivos estadounidenses e iraquíes en Bagdad, hasta el momento con pobres resultados.

El diario Washington Post, por su parte, reveló que a finales de mayo entrará en ejecución un nuevo plan de campaña, en otro intento de controlar la ingobernabilidad y violencia en este país del golfo Pérsico.