.—
La tregua pactada entre el ejército libanés y la organización Fatah el
Islam prevalecía hoy en el campo de refugiados de Nahar al Bared,
después de tres intensos días de disparos y fuego de artillería.
El cese de las hostilidades fue anunciado por la agrupación sunita
y entró en vigor en horas de la tarde noche del miércoles, lo cual fue
aprovechado para que al menos 10 mil palestinos residentes en ese
campamento huyeran, en su mayoría mujeres, niños y ancianos.
La situación en el campo de ex patriados es difícil ante la escasez
de alimentos, dijeron testigos que escaparon.
Un vocero de Fatah el Islam declaró este miércoles a medios de
prensa que su organización respetará la tregua, pero no se rendirán a
las tropas libanesas.
Los enfrentamientos dejaron al menos 70 personas muertas, en su
mayoría soldados, además de 18 integrantes del grupo armado y 19
refugiados palestinos, según el representante de la comunidad
palestina en el Líbano, Salim al Lababidi.
Durante la jornada del martes, un convoy de la ONU fue impactado
por disparos cerca del campamento, y al menos dos personas perecieron,
dijeron fuentes oficiales.
El reinicio de los combates impidió que fueran distribuidos agua y
alimentos en Nahar el Bared, ubicado en las inmediaciones de la ciudad
libanesa de Trípoli, indicaron las fuentes.
Ban Ki Moon, secretario general de Naciones Unidas, pidió el cese
inmediato de las hostilidades y lamentó el ataque al convoy de ayuda
humanitaria, según la portavoz de ese órgano, Michele Montas.
Estados Unidos, en tanto, estudia la solicitud de ayuda militar del
gobierno del primer ministro libanés, Fuad Siniora, comentó en
Washington el portavoz del Departamento de Estado, Sean MacCormack.
Algunos funcionarios libaneses intentaron vincular a Fatah el Islam
con el gobierno de Damasco, pero fueron desmentidos por la agrupación
y el canciller de ese país árabe, Walid Mualem, quien indicó que
algunos de sus integrantes son buscados por Siria.