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Rusia descartó hoy cualquier intento de incremento del presupuesto
militar que implique un retorno a la carrera armamentista, según
aseguró el primer vicepresidente, Serguei Ivanov.
Moscú insiste, no obstante, en una salida del Tratado de Fuerzas
Convencionales en Europa si todos los miembros de la OTAN no ratifican
el documento adaptado en 1999, bajo las nuevas condiciones que imperan
en el mundo.
Ivanov dijo estar convencido que su país nunca regresará al
armamentismo de épocas pasadas, y una prueba irrefutable es el balance
estable, según él, del presupuesto destinado al Ejército.
No tenemos la intención de engordar dichas erogaciones y que se
recuesten sobre nuestra economía y la política social, subrayó el
vicepresidente durante una amplia rueda de prensa aquí.
Ivanov anunció además que Rusia no admitirá en lo adelante
inspecciones extranjeras ni informará sobre movimientos de tropas, en
alusión a la respuesta de Moscú al incumplimiento de sus socios
occidentales del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa.
Recordó que ratificaron el tratado Bielorrusia, Ucrania y
Kazajstán, mientras otros países europeos prolongan interminablemente
ese proceso.
Rusia no se ha retirado, solo tomó una moratoria en el cumplimiento
de ese documento, advirtió el ex ministro de Defensa.
A la sazón, el canciller ruso Serguei Lavrov llamó la atención de
que pasaron ya ocho años sin que los miembros de la OTAN ratifiquen el
tratado de armas y de fuerzas convencionales en la región.
Dijo durante su visita a Azerbaiyán que este tema se convirtió en
presión política sobre Rusia en otras cuestiones y en garantía a la
contraparte de ventajas unilaterales en materia militar y política.