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Un convoy del ente de la ONU para los refugiados palestinos (URNWA,
inglés) fue impactado hoy por disparos cerca del campamento de Nahar
el Bared, norte libanés, se supo aquí de fuente oficial.
Versiones contradictorias afirman que la caravana estaba en la
instalación; otras refieren que se hallaba a corta distancia cuando se
reanudaron los combates entre el ejército y miembros de la
organización Fatah al Islami.
Las hostilidades entre el ejército libanés y el grupo armado, que
no está ligado a los palestinos, entraron hoy en su tercer día después
de una efímera tregua pactada para recoger a los heridos y muertos de
ambos bandos.
Los beligerantes emplean artillería y otras armas pesadas, así como
fuego de fusilería y granadas autopropulsadas, acorde con testigos en
el terreno.
Fuerzas del ejército libanés y de la pequeña organización se
enfrentan desde el fin de semana después que integrantes de ésta
fueron acusados de asaltar un banco y apoderarse de 120 mil dólares.
Medios de la ONU dijeron que el reinicio de los combates impidió la
distribución de agua potable y víveres en el interior de la
instalación, localizada en las inmediaciones de la ciudad portuaria de
Trípoli, donde la mayoría de la población es musulmana sunita.
A pesar de que los palestinos en el Líbano se deslindaron de Fatah
al Islami y de sus acciones, esta mañana se reportaron protestas en
varios campamentos de refugiados en este diminuto país árabe.
El gobierno del primer ministro Fuad Siniora impartió órdenes al
mando militar de liquidar a la organización, formada por un número
indeterminado, pero pequeño de personas, y cuya plataforma es difusa.
Hasta el presente los combates han dejado más de un centenar de
muertos y heridos en las filas del ejército y de la milicia armada.
En Damasco, el ministro del Exterior sirio, Walid Mualem, desmintió
cualquier nexo de su país con Fatah al Islami y precisó que algunos de
sus miembros están siendo buscados por sus servicios de seguridad.