Reconocimiento al heroísmo

Condecorado póstumamente el soldado Yoendris Gutiérrez Hernández

Germán Veloz Placencia

CAMPECHUELA, Granma. — La Medalla Calixto García, conferida póstumamente al soldado del Servicio Militar Activo Yoendris Gutiérrez Hernández, fue entregada a sus padres, durante una ceremonia realizada en La Gloria, un asentamiento poblacional próximo a la Sierra Maestra.

Junto a los padres del soldado asesinado los generales de brigada Jorge Luis Méndez de la Fe y Armando García.

En el Acuerdo del Consejo de Estado de la República de Cuba que otorga la alta condecoración, con carácter póstumo, a propuesta del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, General de Ejército Raúl Castro Ruz, se expresa "en reconocimiento a la actitud valerosa, de rechazo y oposición a las demandas de tres agresores que lo conminaban a que les entregara el arma con la que realizaba el servicio de guardia en la unidad militar en que cumplía el Servicio Militar Activo con buenos resultados, siendo ultimado con las bayonetas de los fusiles que portaban los asesinos", el pasado 29 de abril.

En representación de la institución armada, el general de brigada Jorge Luis Méndez de la Fe, segundo jefe de la Dirección Política de las FAR, puso en manos de Lorenzo Gutiérrez y Clara Hernández la medalla, que fue aceptada con la humildad y entereza con que ambos educaron al hijo.

Acompañaron a los familiares en la emotiva cita dirigentes del Partido y el Gobierno en la provincia y el municipio; jefes y oficiales del Ejército Oriental y compañeros de armas del combatiente caído, estos últimos, encargados de entregar un cuadro alegórico al severo oficio del tanquista y de un mensaje de aliento del resto de los integrantes de la Unidad donde el joven sobresalió durante el cumplimiento de sus deberes militares.

La ceremonia transcurrió con sobriedad, en correspondencia con la sencillez de la familia Gutiérrez Hernández. Varias decenas de vecinos compartieron los instantes de la entrega del reconocimiento e hicieron visible el enérgico repudio a los autores del asesinato del soldado, muy querido en la comarca.

Posteriormente, en un momento más íntimo, Lorenzo, su hijo Yoandry y Oriol Hernández, hermano de Clara, recordaron que a su debido tiempo cumplieron el Servicio Militar Activo y adquirieron la costumbre de transmitirse, como hicieron con Yoendris, un mensaje de obligado cumplimiento en la familia: el soldado no abandona el fusil, ni lo entrega al enemigo.

 

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