Más vida en las alturas

Sara Sariol Sosa

Los más de 600 habitantes de Minas del Frío, comunidad granmense, del municipio de Bartolomé Masó, empinada a unos 900 metros sobre el nivel del mar, ya estrenan su policlínico, cuyo nombre honra la memoria del combatiente guerrillero Ciro Redondo, y es el de ubicación geográfica más alta de cuantos se han edificado al calor de la Batalla de Ideas.

El servicio de ultrasonido es clave para minimizar la mortalidad infantil, con tasa de cero en el primer trimestre en el área granmense del Plan Turquino.

En lo adelante, quienes habitan aquel sitio intrincado de Bartolomé Masó, no precisarán vencer varios kilómetros cuesta abajo en busca de especializados servicios, pues la instalación valorada por muchos como una verdadera joya —dada la calidad constructiva, moderna tecnología y características del entorno— pone a disposición de ellos cerca de una treintena, entre los cuales se cuentan apoyo vital avanzado, trombolisis, ultrasonido, endoscopia, electrocardiograma, drenaje biliar, regulación menstrual y laboratorio clínico.

Consabido es, solo un proyecto social como el nuestro es capaz de realizar para el pueblo en general y el montañés en particular, obras de tal magnitud, integrada a una estrategia que desde el nacimiento mismo de la Revolución procura, como en el llano, elevar la esperanza de vida en el lomerío.

CONTINUIDAD Y TRASCENDENCIA

El Ciro Redondo es continuidad de un pequeño hospital rural, y este a su vez de un puesto médico que el Ejército Rebelde ubicara en el lugar en la última etapa de lucha por la libertad patria.

Minas del Frío (42,6 kilómetros cuadrados) es un sitio privilegiado. En 1958, allí se instaló la primera escuela de reclutas del país, en la cual recibían entrenamiento los hombres y mujeres dispuestos a incorporarse a la lucha contra la dictadura batistiana.

Entre principios de la década de los años 60 y 1973 acogió la también primera escuela nacional formadora de maestros, edificada con un empeño extraordinario, pues a falta de buenos caminos, los materiales subieron en hombros de campesinos, constructores y futuros estudiantes, formados en grandes cadenas humanas. En su periodo activo en el plantel aprendieron a impartir clases alrededor de nueve mil cubanos.

El policlínico, iniciado en agosto del 2005 e inaugurado por estos días, tiene personal técnico y especializado en número superior a los 80, ocho camas para la hospitalización y cuatro para urgencias, y una pequeña sala de pediatría. En total, la población beneficiada se estima en más de 3 000 pacientes, pues podrá atender no solo a Minas, sino también a circunscripciones cercanas como San Lorenzo y Vegas de Jibacoa.

Israel Verdecia Cabrera, residente en Minas por 35 años, asegura: "Esta instalación de salud puso a punto la alegría y el orgullo de los pobladores, es algo maravilloso, aquí se han hecho muchas cosas, pero esta es la más grande de todas, no sentimos envidia por ningún otro policlínico de allá abajo, este tiene todo cuanto necesitamos para cuidar de nuestra salud".

Según Ezequiel Medina Torres, desde 1992 presidente del Consejo Popular local, el movimiento de reanimación de la comunidad, en marcha hace varios años y ahora en etapa de consolidación, tiene gran influencia en el positivo estado de opinión de los vecinos, a quienes se han acercado servicios diversos de gran aceptación, entre los cuales figuran un restaurante y el círculo infantil.

Este último, denominado Donde nacen las estrellas y con condiciones similares a las de otros de cualquier parte del país, tiene capacidad para atender a 25 infantes con edades entre el primero y el quinto años de vida; hoy acoge a 17, de ellos ocho son hijos de trabajadoras del nuevo policlínico.

La doctora Neomanis Viltres, antes directora del hospital, ahora de la estrenada unidad asistencial, reconoce que la transformación operada en las montañas, de la cual forman parte los servicios de salud, con prioridad para la labor preventiva, tiene como resultado directo una población más sana.

"De hecho —justificó— en Minas del Frío los padecimientos más frecuentes son manifestaciones catarrales, sacrolumbalgias y pequeños accidentes laborales (por ejemplo, heridas); por mucho tiempo el índice de ingresos en la zona ha oscilado entre cuatro y cinco al año, pero aquí están a disposición de los habitantes equipos de avanzada, lo mismo para detectar cualquier padecimiento como para curarlo, y sin costo alguno."

EXTENSIÓN

Granma estableció el compromiso de trabajar en 29 policlínicos, uno de nueva creación y el resto concebidos como remodelación y ampliación.

El policlínico Ciro Redondo, en Minas del Frío, devino además nueva fuente de empleo para los habitantes de esa localidad montañosa.

Desde inicios del programa en el 2003 y hasta la fecha, el territorio, reconocido entre los de avanzada en la tarea, terminó y activó 13, incluidos otros dos en municipios del Plan Turquino. Hasta finales de este año prevé concluir otros cinco y los demás quedarán ejecutados en el 2008.

Todos, como promedio, prestarán 24 servicios, con mención también para la quimioterapia, estomatología, consulta y laboratorio de alergia, ortopedia, y cirugía menor, por citar algunos.

Concebidos al mismo tiempo como unidades universitarias, tendrán como mínimo tres aulas para la preparación de técnicos y profesionales, novedad que asimismo provoca satisfacción en las montañas, pues en esos propios sitios intrincados, en lugares distantes a muchos kilómetros de la ciudad, tan empinados al punto de semejar el techo de Cuba, los pobladores serán partícipes de la formación de sus hijos como relevo del personal médico actual.

 

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